La reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, promulgada el 10 de junio de 2013, está por cumplir tres largos años. Sin lugar a duda el saldo es favorable, aunque falta mucho por hacer.
¿Qué ha sucedido en estos tres años? Muchas cosas. En principio la formación del nuevo órgano regulador, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), con funciones y facultades dignas de un regulador autónomo y fuerte.
Se eliminaron los cobros por llamadas de larga distancia en todo el país, y se determinó una tarifa de interconexión igual a cero para terminar llamadas en la red del agente económico preponderante. Esto se debió a que así lo marca la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, y no a una resolución regulatoria por parte del IFT.
Se hicieron las declaraciones de agentes económicos preponderantes, por parte del IFT, para regularlos de manera asimétrica. En este sentido se le impusieron reglas y condiciones específicas a Telmex/Telcel en las telecomunicaciones, y a Televisa en la radiodifusión.
Se licitaron frecuencias de espectro radioeléctrico, tanto para servicios móviles de telecomunicaciones, como para la integración de una nueva cadena nacional de TV abierta. Grupo Imagen es el nuevo jugador en el mercado de la radiodifusión.
Entre los efectos que se empiezan a observar, gracias a estas acciones, es un incremento en la inversión extranjera directa en el sector. Esto con la llegada de ATT al mercado móvil después de adquirir Iusacell y Nextel por 4 mil 400 millones de dólares. Posteriormente, ATT anunció inversiones por más de 3 mil millones de dólares para desplegar una red móvil de alta velocidad que tendrá 100 millones de usuarios para finales de 2018.
También hay que decir que, en esta reconfiguración del mercado móvil, y a pesar de la regulación asimétrica impuesta a Telcel, el preponderante mantiene intacta en 70 por ciento su participación de mercado (en usuarios e ingresos). Algo no está funcionando bien.
Por otro lado, se estima que a la fecha los precios finales al usuario de los servicios de telecomunicaciones han disminuido alrededor de 20 por ciento, desde la entrada en vigor de la reforma.
Este año está pendiente la licitación de frecuencias de espectro radioeléctrico para más estaciones de radio y TV abierta. Asimismo, el IFT se encuentra en la revisión de las medidas impuestas a los preponderantes.
La reforma es de gran calado. Los efectos reales serán de largo plazo. Pero con nuevas reglas de juego, con un regulador renovado e independiente, con una regulación que controla el abuso de los preponderantes, el sector tiende hacia un modelo de competencia.