Vía La Lista por Ingrid Motta
El microbioma humano es el ecosistema de billones de microorganismos que se hospedan en nuestro cuerpo, principalmente en el intestino y sus células epiteliales, creando en un escenario balanceado y una gama de beneficios como la digestión, metabolismo e inmunidad; sin embargo cuando su equilibrio se altera debido a una mala dieta, toma de medicinas u otros factores como el estrés, resulta en enfermedades como diabetes, alergias e incluso cáncer.
En la era de los datos y su procesamiento con inteligencia artificial (IA) es posible profundizar en la asociación entre huésped-microbioma con modelos algorítmicos para determinar la progresión de enfermedades complejas de forma personalizada, de modo que cada paciente cuente con un diagnóstico y terapia necesaria para la atención de enfermedades.
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La tecnología aplicada al análisis de datos puede además determinar la causalidad de la enfermedad de un paciente de forma cuantitativa, identificando la pregunta de investigación de cada caso, determinar los estudios relevantes, y la selección de un estudio en específico para la trazabilidad de los datos, su contrastación e informe médico.
No obstante a que el análisis cualitativo es crucial para el diagnóstico de los pacientes, la búsqueda de datos mediante inteligencia artificial puede arrojar en segundos datos albergados en inmensas bibliotecas digitales, y optimizar su elegibilidad a través de algoritmos de programación neuro lingüística (PNL) para llegar a datos concretos y específicos según el caso, como lo puede ser: enfermedad inflamatoria intestinal o predecir obesidad al analizar la composición de microbiota y mantener un control sano de las cepas correctas para el paciente.
Imagina que antes de que el doctor te medique pueda evitar la fase de prueba y error de la medicina, o que antes de que se desarrolle una enfermedad pueda diagnosticarla mediante inteligencia artificial prediciendo de antemano la respuesta del tratamiento para evitar que esa enfermedad se manifieste o avance.
Aunque el uso de IA en estudio de enfermedades continúa en una fase incipiente, los datos que arroja el microbioma y su secuenciación genética permitirán el desarrollo no sólo del sector de la salud, sino también de la industria farmacéutica para crear un impacto positivo que logrará el descubrimiento y fabricación de medicamentos más eficientes, seguros y eficaces, beneficiando de manera directa a la fabricación de fármacos de última generación, cadenas de suministro y gestión de riesgos.
La tecnología y la democracia deberían ser conceptos constantes para un escenario de justicia y equidad al evitar la exclusión de grupos poblacionales, infringir en la privacidad y uso indebido de datos personales de los pacientes, actuando con total transparencia para que en todo momento estén enterados del porqué de los tratamientos o procedimientos médicos a los que serán sometidos en beneficio de su salud, además de sacar provecho de la reducción del costo de fabricación de medicamentos que traerá como consecuencia el uso de la IA para beneficio económico social.
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En este campo, los retos del uso de la IA continuarán hasta que se logre un potencial pleno en el campo médico y en la industria farmacéutica para la obtención de datos precisos y certeros, la capacitación humana para una especialización y su aplicación en la atención al paciente. Los riesgos de las IA se disminuirán cuando detrás de su uso esté el compromiso ético de seres humanos que rindan cuentas por sus acciones en el uso de las nuevas tecnologías de aprendizaje automático.
