9 de julio de 2012
Javier Orozco
Milenio
Claro que el tamaño sí importa. No sé que esté pensando usted, amigo lector, pero resulta que Telmex se queja por ser llamado el “operador de mayor tamaño”; si tener en el mercado 8 de cada 10 teléfonos fijos, 7 de cada 10 teléfonos móviles y 8 de cada 10 accesos de internet de banda ancha no merece ser considerado grande, no sé cómo quiera que se le denomine.
Hay términos como monopolio o dominante, quizás a Telmex le gusta más que lo nombren de esa forma.
Al enviar sus comentarios a la Cofemer relacionado con el Convenio Marco de Interconexión, manifiesta su rechazo al anteproyecto mencionado al señalar que tendría que realizar inversiones de hasta mil 200 millones de pesos y cuestiona la legalidad del documento al decir que no atiende el Acuerdo de Convergencia.
Resulta curioso que Telmex no admita el anteproyecto del Convenio Marco de Interconexión, cuando en países de América Latina donde tiene presencia a través de la telefónica “Claro”, no impugne las disposiciones de aquellas naciones (Argentina, Perú, Chile), ¿será porque no es el dominante y entonces le conviene “cohabitar” con Telefónica? Es obvio que Telmex quiera prestar el servicio de televisión de paga y que esto del sector de las telecomunicaciones es un negocio, como cualquier otro, donde los que invierten y arriesgan su capital no les gusta perder, pero si Telmex le sigue apostando a los litigios para detener las medidas impuestas por las autoridades reguladoras, lo único que conseguirá es que todo se quede en el estatus actual.
Por desgracia, no se puede pensar así, existen otros competidores y, lo más importante, los usuarios; el mensaje que deja Telmex es ganar en todas, algo así como, en términos político electorales, busca el “carro completo”.
Pero la realidad y el tiempo, le están demostrando a Telmex que jugar a la “chicana” legal o “cooptar” servidores públicos son una fórmula que no le ha funcionado, ahí están los reveces judiciales de la semana pasada. Por lo tanto, debe admitir y reconocer que el tamaño si importa y como tal, debe adoptar una posición más coherente y abierta en el mercado doméstico.