Gonzalo Rojon
Se han cumplido 10 años de la Reforma Constitucional en Materia de Telecomunicaciones en México que trajo consigo una diversidad de cambios institucionales, normativos y regulatorios para la incipiente competencia y nivelación del terreno de juego del sector.
No obstante, persiste una estructura de mercado excesivamente concentrada a favor del AEP-T que obstaculiza el desarrollo de sus competidores y frena su mejor posicionamiento en el mercado, en términos de tenencia espectral, despliegue de infraestructura, transición a nuevas tecnologías, oferta de servicios de valor agregado, entre otras ventajas manifiestas frente a sus competidores.
A pesar de ello, hoy se registra una aceleración e intensificación en la adopción y consumo de servicios de telecomunicaciones entre las personas, hogares y empresas del país, que se han beneficiado de menores precios, mayor disponibilidad y mejor calidad. Al respecto, entre marzo de 2013 y septiembre de 2022, se han incrementado en 167.8 millones el número de accesos o Unidades Generadoras de Ingreso (UGI), es decir, un promedio de 17.6 millones anuales durante los últimos 9 años y
En términos de adopción, destaca el avance de la conectividad móvil y fija, al registrar un incremento de 65 y 32 puntos respectivamente, para llegar a un coeficiente de 87 accesos por cada 100 habitantes en el caso de la banda ancha móvil (BAM) y 70 por cada 100 hogares en el de la banda ancha fija (BAF).
Le sigue el segmento de televisión restringida con un nivel de adopción de 61% entre los hogares, la telefonía móvil con una plena accesibilidad (99.4%) entre la población y la telefonía fija con una razón de 71 por cada 100 hogares del país.
Respecto al tema de precios, la inflación acumulada entre junio de 2013 y mayo de 2023 asciende a 56.9%, mientras que la caída de precios en las telecomunicaciones mexicanas fue de (-)30.8% durante el mismo periodo. Lo que evidencia un abaratamiento significativo de estos servicios en la última década.l
En temas de competencia, de acuerdo con información del IFT, desde la Declaratoria de Preponderancia hasta el comienzo de su primera revisión (marzo de 2014 a marzo de 2017), se registraron avances mínimos en términos de desconcentración de mercado medida por el Índice de Herfindahl-Hirschman (IHH) en suscripciones.
Entre los segmentos en los que participa el preponderante, el servicio que registró una mayor reducción en términos de IHH fue el de la Banda Ancha Fija (BAF) 24.3%. En segundo lugar, la Banda Ancha Móvil (BAM) con una disminución de 18.2%, seguido de la Telefonía Fija (TF) con una caída de 13.2%, por último, la Telefonía Móvil (TM) con una contracción de 10.1% durante el periodo referido. No obstante, todos estos segmentos se ubican aún distantes de alcanzar la barrera de los 2,500 puntos para siquiera considerarse como mercados moderadamente concentrados.
Al mes de septiembre de 2022, el IHH medido en usuarios de telecomunicaciones por segmento se ubicó en 2,840 puntos en BAF, 2,717 puntos en TF, mientras que el segmento móvil continúa en niveles significativamente superiores, 4,553 puntos en Telefonía Móvil y 5,310 puntos en el caso de la BAM. Esta última es el de mayor importancia, al ser la conectividad ubicua el servicio de creciente relevancia y uso entre los mexicanos y consecuentemente, el de mayor necesidad de gestación de condiciones de competencia efectiva.
A una década de la Reforma Telecom y posterior definición y aplicación del marco regulatorio de preponderancia la gran asignatura pendiente es la consecución de la competencia efectiva. Ello, manifiesta el incumplimiento de uno de los principales mandatos constitucionales del IFT que es precisamente, la eficaz eliminación de las barreras a la competitividad y la libre concurrencia en el sector de telecomunicaciones.