Time Warner, que lleva siete años desprendiéndose de distintas compañías del conglomerado, quedará finalmente en manos del grupo de telecomunicaciones AT&T, que aceptó ayer pagar 85 mil 400 millones de dólares por la firma, sin incluir deuda asumida.
El acuerdo fue anunciado por AT&T y Time Warner en un comunicado conjunto, que pone fin a una serie de informaciones que venían filtrándose desde el viernes y que habían puesto en alerta a los mercados bursátiles.
La adquisición combinaría un gigante de las telecomunicaciones que posee uno de los negocios líderes de la telefonía celular, DirecTV y servicio de internet, con una compañía detrás de algunas de las ofertas de entretenimiento más populares del mundo, entre ellas Game of Thrones, The Big Bang Theory y el basquetbol profesional. Sería el más reciente de una batalla por acuerdos entre los propietarios de las redes de distribución digital —compañías de cable y telefónicas— y los proveedores de entretenimiento y noticias, todos con la meta de apuntalar sus negocios ante la amenaza del internet.
Agencias reguladoras tendrían que autorizar el acuerdo, lo que no es seguro. La posibilidad de contar con otro gigante de los medios en el horizonte de antemano ha generado críticas dentro de la contienda por la presidencia de Estados Unidos. Desde Gettysburg, Pensilvania, Donald Trump prometió anular el trato en caso de ser electo porque concentra demasiado “poder en manos de muy pocos”.
Comprar Time Warner puede ser “un buen movimiento defensivo” contra Comcast (otro conglomerado de medios de comunicación que ofrece servicios televisivos por cable e internet) en momentos en que la gigante del sistema de cable continúa involucrándose en negocios nuevos, dijo el viernes en una nota Jonathan Chaplin, analista de New Street Research. Comcast también compró el estudio de cine DreamWorks Animation en agosto.
Sin embargo, incluso si el acuerdo de AT&T logra librar la oposición en Washington, es posible que los reguladores carguen a la compañía combinada con tantas condiciones que el acuerdo ya no tendría sentido.
No es difícil imaginar lo que uno puede hacer en teoría. Mantendrían HBO exclusivo sólo para suscriptores de DirecTV, o TNT o TBS sólo estaría disponible a través de AT&T Wireless”, explicó el analista Craig Moffett, de la firma de investigación MoffettNathanson, en referencia a las redes de Time Warner. “Pero en la práctica, ese tipo de estrategias son expresamente prohibidas por el FCC (Comisión Federal de Comunicaciones) y la ley antimonopolio”.
De acuerdo con el comunicado conjunto, AT&T, el mayor grupo del sector en Estados Unidos, pagará 107.50 dólares por cada título de Time Warner, lo que valora a la compañía en 85 mil 400 millones de dólares.
Pero el monto es mayor si se considera la deuda de Time Warner que asume el comprador, lo que elevaría la cuantía a 108 mil 700 millones de dólares, aunque puede haber una renegociación en algunos de los términos de esos compromisos de deuda.
Cada accionista de Time Warner recibirá en efectivo la mitad del valor de cada título que posea y el resto en acciones de AT&T.
Este grupo de telecomunicaciones, con tres décadas de existencia, tiene una capitalización bursátil de unos 233 mil millones de dólares, un poco menos que el principal grupo bancario de Estados Unidos, JP Morgan Chase.
Se trata del paso más importante que acomete en los últimos años el conglomerado AT&T y que sigue a su decisión, en 2014, de comprar el proveedor de televisión por satélite DirecTV por 49 mil 000 millones de dólares, lo que le convirtió en líder mundial en televisión
de pago.
Para Time Warner, en cambio, representa el final de una serie de operaciones que han ido mermando el poder de ese grupo desde el año 2009, en un proceso llevado a cabo en medio de una fuerte crisis en el sector.