2014-12-14
En estas semanas hemos comentado con usted amigo lector sobre el ambiente político que priva en nuestro país dada la incidencia que hay entre -y sobre- los aspirantes a la Presidencia. Hemos hecho énfasis en la necesidad de que cada mexicano haga una valoración responsable sobre el voto que emitirá en julio próximo y que esta decisión se base en continuar construyendo un país de progreso y crecimiento para todos.
En este sentido, me viene a la mente una frase de William Arthur Ward (escritor estadounidense) quien al hablar sobre la visión propositiva decía que “podemos tirar piedras, quejarnos sobre ellas, pisarlas… o construir con ellas”. En la actualidad, y considerando la dinámica del mundo moderno, cualquier país debe avanzar sobre lo realizado, aunque sobre ello deba corregir o complementar; es un suicidio intentar siquiera iniciar de cero y más cuando se quiere hacerlo con soluciones mágicas y poco realistas.
Uno de los grandes aciertos del presente gobierno fue la propuesta, negociación y aprobación de reformas estructurales con las que nuestro país ha ido avanzando con paso firme en ámbitos distintos, como el energético, el educativo, el de telecomunicaciones, entre otros.
Y este último sector es el que me permitiré traer como un ejemplo de éxito para beneficio de todos, sobre todo con la opinión de un actor internacional de prestigio.
Recientemente la OCDE presentó su estudio sobre telecomunicaciones y radiodifusión en México 2017, el cual es un análisis sobre políticas y regulación de telecomunicaciones en México a partir de los efectos generados después de la reforma constitucional del sector. Se trata de una evaluación de los cambios en los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión que se realizaron en México y propone una serie de mejoras para el futuro.
Dicho por la OCDE, el estudio constata el progreso extraordinario que México ha hecho en la implementación de las recomendaciones en materia de regulación y políticas públicas hasta la fecha, identificando las áreas de oportunidad para continuar con el impulso de dicha reforma que se ha materializado en beneficios tangibles para los mexicanos.
Una de las principales recomendaciones de la OCDE es que México debe seguir consolidando los avances en los sectores de telecomunicaciones y radio difusión, considerando que la reforma al marco regulatorio y jurídico ayudó a crear un entorno propicio para reducir precios.
Como ejemplos, tenemos varios. En Internet, los precios de paquetes de banda ancha móvil se redujeron 75%, además de que se están ofreciendo servicios de mejor calidad con lo que se ha logrado un incremento de 50 millones de suscriptores a servicios de banda ancha.
En cuanto a las llamadas telefónicas, tenemos que se ha registrado una fuerte caída en los costos y servicios de internet beneficiando, sobre todo, a familias de escasos recursos.
Por otra parte, el estudio destaca que un cambio importante en el mercado de la banda ancha móvil es la reducción de mercado para los operadores predominantes, reducción que se sitúa actualmente en un 12%. Además, en el 2018 con el inicio de operaciones de la Red Compartida, que es una red mayorista móvil de cuarta generación se impulsará aún más la competencia.
Debemos recordar que antes de la reforma -2013-, muchas familias de mexicanos tenían dificultades para pagar por llamadas de larga distancia a sus familiares y por servicios de Internet móvil que en otros países se dan por sentado. Tres cuartas partes de los hogares no tenían acceso a Internet. Hoy, los servicios de comunicación son mucho más asequibles, lo cual se ha traducido en un incremento de decenas de millones en el número de suscriptores. Estos son sólo una parte de los beneficios que hemos visto en el sector telecomunicaciones.
Por ello es que invito a cada uno de nosotros a internarnos más en la información sobre el desarrollo de cada uno de los sectores para valorar los avances y, ¿por qué no? reconocer lo que hace falta. Sólo así se puede tomar una decisión sólida y bien fundada en el mes de julio. Les reitero, antes de tirar piedras, construyamos con éstas.