La figura de los Operadores Móviles Virtuales –OMV- es un fracaso en México, antes y después de la reforma del 2014. Su alta dependencia de las grandes empresas de telecomunicaciones como América Móvil, AT&T y Telefónica, es como el virus de la poliomielitis, que les impide desarrollarse. Cierto, ahí están, pero parecen confinados a una silla de ruedas que les hace imposible ni siquiera dar un paso.
En México se tiene una larga historia, fue uno de los primeros países en introducir la legislación para proteger a los OMV en las negociaciones. Maxcom se convirtió en el primer OMV en lanzar servicios en el país, al que luego se le unió Megacel, operado por Megacable, que posteriormente dejó de ofrecer servicios OMV pero aún cuenta con algunos clientes. La crítica que se le hace es que fue un servicio adicional para sus clientes existentes, pero no realmente una línea de negocios. En números desde 2014 y hasta el tercer trimestre de 2015, los OMV habían alcanzado una cuota de mercado de apenas 0.7%, según datos el regulador del Ifetel.
Teóricamente las autoridades consideran que los OMV aportarán mucha de la competencia necesaria al mercado local y están bien posicionados para aprovechar la pasividad de los principales operadores, que es evidente ante la deficiente calidad de la atención al cliente. El Ifetel considera como un logro a los OMV al asegurar que hace cinco años era imposible pensar que una empresa pequeña pudiera empezar a competir con las grandes operadoras.
Hay señales de esperanzas para los OMV. El Ifetel va a publicar nuevas directrices diseñadas para protegerlos y reducir el dominio de mercado de América Móvil, Telefónica y AT&T. La nueva normativa permitirá a los OMV tener sus propios números telefónicos asignados por Ifetel, además de ofrecer sus propias tarjetas SIM. La idea es generar más competencia bajo la figura de OMV
Se dice que vez que se publiquen las directrices, se espera que los OMV que están a la espera inicien sus operadores, lo que fomentará la competencia y quizás produzca mejores precios para los consumidores. Lyca Mobile, Telecom 360 y Coppel están llevando a cabo pruebas con los operadores mientras esperan que Ifetel publique las nuevas directrices y normativa. Aún no venden oficialmente a los usuarios finales, pero cuentan con licencia para operar.
Analistas consideran que los OMV pueden aprender cómo segmentar su oferta, lo que les permitirá atender a su nicho de forma más eficaz en el mercado masivo, además de explorar clientes no masivos. Las proyecciones son que alcancen una cuota de mercado de 1.7% para el 2018.
Otro elemento importante es que la CFE Telecom, unidad de la eléctrica estatal CFE, está trabajando en asociaciones público-privadas para vender minutos de una red mayorista compartida establecida en virtud de la reforma. Ifetel estableció que CFE debe cubrir al 85% de la población para 2018. Esto representa un gran cambio, ya que ya no tendrán que depender de los tres principales operadores para sus minutos mayoristas