José Yuste | Dinero en Imagen | 6 Abril 2016
César Alierta dejó la presidencia de Telefónica para dar paso a la nueva gestión de José María Álvarez-Pallete, un paso que a muchos les ha dado gusto porque suponen una continuidad en varias políticas clave de la compañía, como la apuesta digital.
Pero para lograrlo, la compañía española deberá tomar decisiones clave, y una de ellas es saber qué hará con su posición en México.
RIESGO DE HACERSE PEQUEÑA
Telefónica ya no participó en la última subasta de espectro, que era sumamente esperada. Ahí sólo fueron Telcel y AT&T.
¿Por qué Telefónica se quedó fuera para conseguir el principal insumo para ofrecer servicios de cuarta y quinta generación? Telefónica argumentó que le podían rentar el espectro a los demás operadores, a precios razonables.
En cambio, AT&T y Telcel van por ser concesionarios de más espectro. Van por tener la carretera por donde pasan todos los datos y voz.
Es estar en la principal jugada del reto digital. Y Telefónica, a pesar de su estrategia global, en México ya no participó. El riesgo es claro: podría hacerse pequeña frente a la entrada de AT&T. Y ya ni se diga de Telmex, que sigue manteniéndose vigente con la compra de más espectro.
Y conste que Telefónica en México tiene un equipo de dirección experimentado y con capacidad, encabezado por Francisco Gil Díaz, exsecretario de Hacienda y con experiencia en telecomunicaciones (fue director de Avantel, hace varios años, y ha podido llevar a Telefónica a ser la segunda operadora del mercado).
RUMOROLOGÍA POR NO PARTICIPAR EN LICITACIÓN
La nueva gestión mundial de Álvarez-Pallete deberá pasar por definir su postura en México.
Telefónica obtiene de América Latina alrededor de 56% de sus ventas totales. Y tiene una fuerte operación en Brasil.
En México, a pesar de su buena operación, corre el riesgo de quedarse pequeña y estar por detrás de AT&T.
Cuando no pudo, o no quiso entrar en la última subasta de espectro (banda AWS), se despertaron varios rumores: si la compañía se iba a vender, si España no sabía qué hacer con ella, pues su competencia con Telcel ha sido difícil, si sólo era un freno para otra estrategia o si de plano no tenía dinero.
TELEFÓNICA: O2, TELXIUS… ¿Y MÉXICO?
Lo cierto: Telefónica, a escala mundial, tiene retos inmediatos. Uno de ellos es vender su filial en Inglaterra, O2. De hecho está por realizar la venta al grupo chino Hutchinson Whampoa. La venta sería por unos 14 mil millones de euros.
También está por sacar su negocio de infraestructura (torres) a Bolsa, llamado Telxius Telecom.
De ahí dependerán varios puntos: el pago de dividendos y la posibilidad de seguir con fuerza en América Latina. Si bien es cierto a Telefónica le ha pesado la crisis de Brasil, donde tiene su principal fuerza, lo cierto es que si deja de invertir en mercados como el mexicano, se va a ir haciendo más pequeña.
Y de ahí vienen todos los rumores sobre la compañía, que, por lo pronto, ya no participó en la última subasta de espectro que era vital para seguir creciendo en el mundo de las telecomunicaciones.
PROFECO, POR RECOBRAR LLAMADAS CAÍDAS
En días pasados vimos a la Profeco comentar que la Suprema Corte de Justicia sí determinó que Telcel, Iusacell y Telefónica tenían responsabilidad en las llamadas caídas y, por lo tanto, debían retribuir al consumidor final.
Maximiliano Cárdenas, director de Defensa Colectiva de la Profeco, dio a conocer que se trata de tres mil 624 millones de llamadas caídas no completadas.
El monto a pagar por esas llamadas caídas sería de cuatro mil 320 millones de pesos a los usuarios.
Este es un tema clave: El consumidor paga por un servicio y se lo deben dar. El asunto es que el IFT sí debería ver estos temas clave para el consumidor final.