2020.11.30
Vía Diario de Yucatán
La telefonía pública dejó de ser un servicio indispensable entre quienes carecían de una línea fija para convertirse en un objeto prácticamente en la obsolescencia.
A la fecha, hay 51,396 localidades donde todavía pueden verse casetas de telefonía pública, de las cuales 6.8 millones tienen líneas de Telmex, ya que esta empresa tiene la obligación de brindar el servicio en el país.
Mientras el uso de telefonía pública baja al existir 7.8 millones de líneas en 2019 y con entidades donde hay dos líneas por cada mil habitantes, como Campeche, y hasta 12 por cada mil en Ciudad de México, la telefonía móvil alcanza 122 millones de líneas y 86.5 millones de habitantes del país tienen acceso a internet, según cifras del Inegi.
Gonzalo Rojón, analista de The Competitive Intelligence Unit, dijo que seguramente durante la pandemia este servicio redujo su uso porque lo que menos quiere la gente es tomar un teléfono público. Sin embargo, estos aparatos siguen existiendo aunque están en desuso, pues hay tecnologías alternas, incluso en varias comunidades existen los llamados “telulares”, que son como teléfonos fijos pero en realidad es tecnología móvil.
“Es una tecnología que va en desuso, seguramente hay personas que lo utilizan, pero son los menos, sobre todo en las metrópolis donde la penetración móvil supera 100%”. Además, el ingreso que se obtiene por las casetas públicas debe ser muy bajo, comentó Rojón.
Sin embargo, dijo que es necesario el servicio porque hay personas sin acceso a la telefonía móvil ni a la fija, por lo que se pueden mantener algunos de estos aparatos, pero destacó que hay tecnologías que pueden ser más eficientes, como los teléfonos celulares.
“La telefonía pública brinda solo el servicio de voz cuando las necesidad actual es de datos (internet)”.
Este mercado lo concentra Telmex, empresa que pasó de tener 56 por ciento de los aparatos en 2015 para sumar 86.5 por ciento en 2019, porque aunque quiera salir de este negocio no puede.
Su título de concesión señala —desde 1990— que “Telmex se obliga a instalar y mantener operando casetas públicas telefónicas en su área de servicio, de acuerdo con un programa de expansión concertado cada cuatro años con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y conforme a la densidad de aparatos públicos que se establezca a partir de enero de 1999”.
Además, se establece que para 1994 la empresa debía brindar dos casetas públicas por cada mil habitantes y cinco por cada mil habitantes para 1998.
Jorge Fernando Negrete, presidente de Digital Policy and Law, comentó que este es un tema que otros países han ido liquidando.
“Las obligaciones de cobertura universal con servicios de telefonía pública ya fueron eliminadas en Europa, prácticamente todos los países de ese continente lo eliminaron. En Estados Unidos también y lo que han hecho es mantenerlo en las áreas no conectadas”, puntualizó Negrete.
El servicio de telefonía fija se mantiene sólo en las zonas donde no llega la conectividad. Por ejemplo, Estados Unidos tiene un área roja donde el programa América Conectada destina 20 mil millones de dólares para conectarlos, pero en tanto llega el dinero, se tiene el servicio de telefonía con cabinas. “Pero en este momento es absolutamente oneroso para los operadores de telecomunicaciones que sostienen todavía esta obligación mantenerlo”. Infraestructura anquilosada Además es una infraestructura que se vandaliza, que necesita mantenimiento y ocupa espacio público que puede usarse para otras cosas.
“Me parece que no hay nada más ocioso que la infraestructura pública para la conectividad en materia de telefonía fija, estas obligaciones de cobertura universal con telefonía fija en este momento son anacrónicas”, aseguró.
En todo caso, los operadores de telecomunicaciones han hecho esfuerzos por crear hotspots de internet en parques públicos que es la conexión actual. El mismo mercado sustituye la telefonía fija por el wifi público, incluso los gobiernos lo han financiado.