Leopoldo Mendívil | La Crónica de Hoy | 13 Octubre 2015
GABRIEL OSWALDO CONTRERAS,
COMISIONADO PRESIDENTE
DEL IFT:
+Las promesas son olvidadas por los príncipes, pero nunca por el pueblo
Giuseppe Massini
Varias veces, desde el año 2013, aquí y en otros medios insistí en que el futuro nos traería la sorpresa, contra las apreciaciones del gobierno federal, que la de telecomunicaciones terminaría siendo la principal megarreforma propuesta por Enrique Peña Nieto, por encima de la petrolera —o energética—.
Los hechos demuestran que así ha ocurrido…
La semana pasada, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, anunció que la reforma en las telecomunicaciones reposicionó a México con base, principalmente, en los siguientes aspectos:
1.—Desde 2014 el sector de las telecomunicaciones ha captado inversiones por 15 mil millones de dólares provenientes de empresas líderes en el mercado global.
2.—Entre 2012 y 2014, el sector mexicano de las telecomunicaciones creció el doble que la economía en su conjunto y, tan solo en el primer trimestre de 2015, la participación del PIB de telecomunicaciones en el PIB total nacional ascendió a 3.2%, la cifra más alta registrada en las mediciones trimestrales en la producción nacional.
3.—En el informe global de Tecnologías de la Información 2015, del Foro Económico Mundial, México logró escalar diez sitios en el Índice del uso de las Tecnologías de la Información.
4.—También logró hace escasas semanas pasar del lugar 93 al cuatro en el Índice de Accesibilidad a la Conectividad, que evalúa el costo, acceso y nivel de competencia en el sector.
5.—Como ayer le comenté en este espacio, cada vez la competencia en el sector de las telecomunicaciones se incrementa más y prueba que en México también es posible que, persistiendo pero limitada en sus libertades del manejo de los mercados en provecho propio, incluso la empresa predominante puede mantener un lugar importante en el mercado nacional en la medida que acepte su condición y se sume al mejoramiento de la calidad de sus productos.
Todos los que queremos un México dueño de su progreso hubiésemos querido una mejor suerte para la reforma energética en su concepción de reforma petrolera, que fue la gran apuesta de Peña Nieto como el camino más expedito y conocido por el país, para ser el pie de cría de todo lo que el resto de las reformas de carácter económico de la administración federal 2012-2018; pero es difícil, incluso, suponer que la falla estuvo en no haber contado con un plan “B” que permitiera seguir apoyando el proyecto integral en el oro negro, puesto que las administraciones anteriores, por lo menos las tres últimas, habían encerrado al país en un callejón sin salida al petrolizar ya no más los beneficios de la exportación en la industria nacional en las ventas del oro negro, pero sí, en cambio, petrolizar fiscalmente al país en vez de haber impulsado la expansión de la cartera de contribuyentes. Esa bomba fallida habría de explotar algún día si no se operaba oportunamente una acción preventiva. Los dos primeros gobiernos del siglo actual dejaron ir esa oportunidad y la bomba nos estalló.
De esta forma, la reforma en las telecomunicaciones está actuando como un extraordinario plan “B” del que esperemos no lamentarnos jamás. De ustedes en el IFT depende…