En los últimos dos años, los más pobres del país, cuyos ingresos mensuales rondan los 3,000 pesos, tuvieron un ahorro de 2% derivado de la disminución en su gasto destinado a servicios de telecomunicaciones móviles, a partir de la caída de los precios de éstos.
De acuerdo con el estudio “Impacto de la regulación asimétrica en los hogares de bajo recursos”, elaborado por Elisa Mariscal y Martín Cave, como parte del Programa Interdisciplinario de Regulación y Competencia Económica, del Centro de Investigación y Docencia Económicas, el beneficio económico para este decil de la población dio la posibilidad de contratar nuevos servicios o destinar ese gasto a otra cosa.
Adicionalmente, la penetración de los servicios móviles en los deciles más bajos aumentó en 25%, mientras que en los deciles altos fue de apenas 5 por ciento.
El estudio reportó que los consumidores de servicios de comunicaciones móviles que forman parte del decil más bajo dedicaron, en el 2014, 6% de sus ingresos a estos servicios, mientras que aquellos en el decil más alto gastaron sólo 2 por ciento. Sin embargo, en los dos años siguientes los precios de dichos servicios cayeron 36%, lo que significa que los hogares más pobres son quienes más se han beneficiado de la caída de precios.
Los expertos expusieron que la caída de precios obedece, entre otras cosas, a la implementación de tarifas de acceso asimétricas sobre un operador preponderante, reduciendo sus tarifas por terminación a cero.
Si bien el IFT no tiene en sus objetivos combatir la pobreza, ha habido beneficios claros en la economía de un sector específico, por lo que una modificación que afecte a la industria podría incidir en precios más altos.
El estudio utilizó datos de ingresos y gastos por deciles recopilados por el Inegi en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos por Hogares. La encuesta es representativa de los hogares a nivel nacional para el 2014 y a nivel estatal para el 2016.