2018-01-22
La industria se pregunta cómo actuará AT&T, una empresa que impulsó el desmantelamiento de las reglas de la Net Neutrality en Estados Unidos, pero que igual incursionó en México gracias a una reforma sectorial.
La desaparición de las reglas a la neutralidad de la red que votó la Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos el 14 de diciembre pasado abre el debate sobre qué tipo de repercusión tendrá esa decisión en México, así como la manera en que se concibe a la también llamada Net Neutrality (NN) y si es necesaria una redefinición de ese concepto con la llegada de la tecnología 5G en unos cuantos meses, pues su sólo arribo significará la configuración de nuevos ecosistemas de negocio, regulatorio y tecnológico.
En México, la industria ya polemiza y se pregunta cómo actuará AT&T, una empresa que es marca global de Estados Unidos, que en su país impulsó el desmantelamiento de las reglas de la Net Neutrality junto con Verizon, pero que igual incursionó en la nación de al lado gracias a una reforma sectorial que a su vez fue construida con principios que también empatan con la neutralidad de la red.
La industria se cuestiona cuál será el discurso de la texana AT&T en México, en momentos en que en su país de origen ha dado primeros pasos en Internet de las cosas (IoT), despliegues de lo que sería el nuevo estándar de comunicación móvil 5G y en el marco de la compraventa de Time Warner.
Y en México, AT&T está próxima a terminar de construir su red 4G LTE de cobertura nacional, cercana además a lograr su punto de equilibrio financiero tras una inversión de US$7.375 millones a Nextel-Iusacell en infraestructura, pero todavía adhiriendo más usuarios de prepago que de pospago y sin ofrecer aún un producto que combine voz, Internet y video a alta velocidad, que fue lo que prometió en el 2015 cuando su ofreció su primera conferencia con medios.
En México ya empieza el debate sobre la priorización de qué datos deben viajar primero por las redes de telecomunicaciones e igualmente sobre la tan solicitada regulación a los OTT como Skype, Netflix y WhatsApp; también sobre cómo será la priorización de los contenidos de Time Warner que viajen por las redes de AT&T y por las de su competencia, si ésta concreta esa compraventa a mitad del 2018; todos, temas que tienen que ver con la neutralidad de la red.
Está empezando a tocarse con fuerza además el tema de la necesidad de nuevas inversiones en redes de telecomunicación o la absorción de terceros operadores con redes de fibra ya instalada para robustecer las propias, ante el creciente consumo de los usuarios.
“El tema que en todo el mundo están tocando los periodistas es sobre esto de la equidad en la red, pero creo que puede haber más allá de todo eso”, platica Juan Gnius, analista de telecomunicaciones en TyN Magazine.
“Este por ahora va a ser para AT&T un tema de discurso, que para ninguna empresa es el mismo; no es lo mismo lo que AMX dice con Telcel en México, a lo que dice con Claro en Argentina; ni lo que plantea Telefónica con Movistar en España con lo que hace en Perú. Las palabras son maleables y con AT&T tocaría un tema de inversión y redes”, dice.
En la misma postura se mantiene Salomón Padilla, especialista en telecom del bufete SAC Abogados: “Las redes, para poder operarse, necesitan administrarse de manera eficiente. Habrá que tener políticas más claras sobre la priorización de qué datos pasan primero por las redes y si ello les pega a los Netflix y los Skype, que hacen negocio y estrangulan las redes, pero que hacen menos inversión. Vamos a ver qué tratamiento, con lo que pasó en Estados Unidos y si esa decisión de la FCC se queda así, se le da al tráfico que va de México para allá; cómo tratará AT&T ese tráfico. Si con una política distinta para la neutralidad de la red allá vuelve obligatorio más inversiones aquí, por ejemplo, en puntos IXP -de intercambio de tráfico de Internet-; más inversiones en redes y encima, lo que venga con el 5G. No será lo mismo ya”.
La red 5G no sólo será una tecnología que permitirá mayores velocidades en envío y recepción de contenidos. El 5G hará más posible que escenas de película como la conexión entre un refrigerador con un teléfono y un automóvil y éste con las carreteras se haga realidad gracias al Internet de las cosas (IoT) y todo ello entonces significará que millones de dispositivos estarán conectados y enviando y recibiendo datos y con respuesta más rápida —latencia— y echando mano de otras tecnologías, por ejemplo, del cloud computing para resguardar allí la información.
En México, AT&T está próxima a terminar de construir su red 4G LTE de cobertura nacional, cercana además a lograr su punto de equilibrio financiero tras una inversión de US$7.375 millones a Nextel-Iusacell en infraestructura.
Para que todo eso pueda ser posible la red 5G permitirá que se configuren otras “redes” o “sub-redes” con objetivos más específicos y a distinto ancho de banda o velocidad, explica Salomón Padilla, y para ello serán necesarias inversiones a distinto grado por parte de las compañías para al final ofrecer una atractiva oferta al consumidor, terminando entonces por obligar a un debate sobre la redefinición de lo que hoy el público entiende como neutralidad de la red.
“La información ni será la misma ni deberá ser tratada de igual manera. No estamos diciendo que debe morir la neutralidad de la red, pero esta concepción tan estricta como la conocemos hoy, no creo que debe ser”, expone Salomón Padilla.
“Si existiera la neutralidad de la red como piden todas las ONGs, basándose sólo en el argumento de la equidad sin ver más allá, entonces se caería la red; no operaría. Aquí habrá pronto un tema de administración de redes y el regulador ya debiera tocarlo”, añade.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones de México, equivalente a la FCC de Estados Unidos, lleva alrededor de dos años comentando en prensa que hará públicos los lineamientos sobre la neutralidad de la red, aplicables en el país.
La promesa más reciente es que éstos serán conocidos por el consumidor y la industria a mitad de este año. Sin embargo, puede ocurrir que el IFT diseñe un bosquejo sobre los lineamientos, los discuta y decida llevarlos a pre-consulta o consulta pública para recibir comentarios de los interesados, con lo que difícilmente los lineamientos en neutralidad de la red estarán listos en 2018.
En el polémico tema de los lineamientos sobre los derechos de audiencias, el regulador mexicano se tardó dos años entre si decidía publicarlos, en qué fecha, si a medias, al tiempo que en el poder judicial y el Congreso se definía el alcance de sus facultades en la materia.
Por ahora, la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión establece en los artículos 145 y 146 de su ley secundaria que garantiza al usuario su libre elección de acceder a cualquier contenido y frena a los concesionarios la obstrucción o discriminación de esos contenidos, además de que los obliga a hacer pública su política de gestión del tráfico que pasa por sus redes.
AT&T y Verizon fueron los principales promotores de los cambios a la neutralidad de la red en Estados Unidos, pero sus acciones derivaron del ambiente del mercado y la innovación que ocurre en aquel país. La compañía, inmediatamente después de la votación de la FCC, se apuró en decir que será un garante de Internet:
“AT&T ha dejado en claro que ofrecemos servicios de banda ancha de forma abierta y transparente. No bloqueamos sitios web, ni censuramos contenido en línea, ni estrangulamos o degradamos el tráfico en función del contenido, ni discriminamos injustamente en nuestro tratamiento del tráfico de Internet”, según uno de los blogs de la compañía publicados el 14 de diciembre en su página web.
“Por el momento, no tenemos comentarios específicos al caso de México”, responde la empresa a una solicitud de comentario para este trabajo.
Pero en México, aunque AT&T es promotor de la cobertura y ha sido factor de presión en la baja de precios, tendrá en algún momento que redefinir sus planes para empatarlos con los de Estados Unidos, pues además tiene la intención de configurar un área continental para sus servicios en América del Norte.
“Aquí también habrá un tema de si le conviene a AT&T que haya cambios en la neutralidad de la red. Ahora tiene acuerdos con AMX en tráfico; tienen contratados redes con ciertos parámetros y si por ahí llegaran a haber fallos o que el Netflix que un cliente usa sobre su servicio de AT&T se vuelve lento, entonces el consumidor va a pensar que es falla de AT&T y qué va a pasar entonces, que va tener que invertir más en redes y eso va a fomentar la inversión y mejoras de redes. A la competencia también le convendrá generar redes; no sólo colgarse de Telmex-Telcel y ver cómo impacta esto en la Red Compartida”, agrega Salomón Padilla, de SAC Abogados. “Por eso habrá pronto un debate sobre calidad y costos, pero sobre todo un tema regulatorio, económico y tecnológico”.