Esta semana será crucial para el proyecto de red compartida. El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) emitirá la opinión favorable en materia de competencia económica a los interesados y el jueves 20 de octubre, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) recibirá las propuestas técnicas y económicas de quienes hayan pasado el filtro del regulador y busquen operar la red compartida, en una Asociación Público Privada (APP).
En las ofertas técnicas, los interesados deberán demostrar capacidad legal, administrativa, técnica y de gestión, mientras que en la oferta económica tendrán que mostrar capacidad económica y financiera. Aunado a los sobres de propuestas técnicas y económicas, los concursantes deberán presentar una garantía de seriedad de 1,000 millones de pesos.
En dicha sociedad, el gobierno aportará en arrendamiento 90 MHz de la banda de 700 MHz y un par de hilos de fibra de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). El ganador tendrá que realizar una inversión estimada en 7,000 millones de dólares, cumplir compromisos de cobertura superiores a 85% de la población nacional.
El despliegue y operación de la red compartida será un habilitador para las empresas de telecomunicaciones fijas, quienes podrían completar su oferta y comercializar servicios cuádruple play.
De acuerdo con la SCT, con el despliegue de una red compartida en la banda de 700 MHz, el mercado mexicano de servicios móviles podrá incrementar considerablemente su calidad y cobertura, lo que a otros ha tomado años.
Actualmente para que una empresa de telecomunicaciones fijas pueda entrar al mercado móvil debería construir su propia red, lo cual implica inversiones millonarias; sin embargo, con la red compartida se quitará esa “barrera de entrada” una vez que ésta despliegue la infraestructura y llegue a zonas remotas.
Izzi o Total Play, por ejemplo, no han podido entrar al mercado móvil por los altos costos. La red compartida ofrece la posibilidad de entrar al mercado móvil sin invertir en infraestructura propia, la red podría incentivar que en el país haya una verdadera oferta de cuádruple play.
Se prevé que la red compartida reduzca costos, ayude a las empresas a eficientar operaciones y a soportar el incremento en la demanda de tráfico y servicios. Según su esquema, ésta se convertirá en un operador más en el sector, por lo que cuando haya subastas de espectro podrá participar en las licitaciones.
Al ser mayorista, la red no podría comercializar sus servicios al usuario final; sin embargo, según la SCT, si en alguna o algunas zonas no hay quien compre el servicio, el operador de la red podría pedir autorización al IFT para vender al usuario final y es la única posibilidad de ser concesionaria minorista.
“En donde se haya invertido y por alguna razón no se vende el servicio, se podría hacer ventas minoristas. Se tiene que demostrar que no hay quien venda al usuario final aun cuando ya haya inversiones, servicio e infraestructura”, según la dependencia.