2018-08-16
En su más reciente número, la Revista Fortuna publicó un reportaje titulado “Los piratas del streaming”, en donde se detalla la polémica que ha generado Roku alrededor del mundo, luego de que en mayo de este año, el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), emitiera una alerta a los usuarios que contaban con un dispositivo Roku, pues brindaba acceso a plataformas -como Netflix y YouTube- sin pagar por el contenido que éstas ofrecen.
En el artículo, la periodista Claudia Villegas explica que Estados Unidos no ha sido el único país donde Roku ha tenido detractores o enfrentado batallas legales, ya que a nivel mundial por la transmisión de contenido de manera ilegal. En México, empresas como Cablevisión afirman que el dispositivo no garantiza los derechos de propiedad intelectual y ha llevado su comercialización a proceso judicial, ganando con ello la prohibición de su venta.
Fue en nuestro país donde Roku generó mayor polémica, después de algunos meses en que los usuarios aprovecharon el aparato para obtener de manera gratuita contenidos de canales privados. Sin embargo, firmas de la industria del cable y la televisión miraron con recelo este modelo de negocio, sin poner objeción a servicios similares ofrecidos por Google o Apple TV, quienes sí cumplen con el control de señales piratas.
Roku ha alegado que su servicio no viola ninguna disposición en materia de derechos de autor y propiedad intelectual, pero ante los tribunales se ha comprobado que el dispositivo no cuenta con las herramientas para bloquear contenidos no certificados.
Matthew Anderson, Director responsable del área de Mercadotecnia de Roku, reconoció que en México hay problemas serios de piratería por lo que su empresa está dispuesta a combatir cualquier problema en su servicio vinculado con la distribución ilegal de contenidos.
Incluso, la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), así como la Coalición por el Acceso Legal a la Cultura se han sumado al rechazo de la distribución de Roku en territorio nacional. Por lo pronto, su distribución está suspendida gracias a una orden emitida por el Juez 38° Civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.
Para que los aparatos pudieran se comercializados de nuevo sería necesario que la firma modificara su sistema y software.