2018-09-28
México es el único país de la OCDE donde una sola empresa concentra más del 60 por ciento del mercado móvil, situación que no sucede en España, donde Telefónica tiene el 40 por ciento.
Para AT&T, Telefónica y Alestra, la reforma de telecomunicaciones cumplió a medias con sus objetivos en temas de competencia, cobertura de Internet y propició una caída de precios que dañaron la rentabilidad de las compañías, coincidieron los directores generales de las empresas.
“La reforma empezó muy valiente, muy agresiva y las medidas, sin bien se tomaron, no todas surtieron efectos deseados, algunas se descafeinaron”, dijo Carlos Morales, director general de Telefónica México, en el marco de la convención anual Canieti 2018.
Dijo que México es el único país de la OCDE donde una sola empresa concentra más del 60 por ciento del mercado móvil, situación que no sucede ni en España, donde Telefónica tiene el 40 por ciento.
Otro tema que preocupa a Telefónica México el deterioro en la rentabilidad del sector: “En telefonía celular los tres operadores que somos hemos perdido rentabilidad de forma importante y eso no podía ser de otra manera cuando los precios cayeron 40 por ciento, es un tema importante si queremos inversión en infraestructura en los próximos años”.
“Somos dos de tres telefónicas quienes no generamos dividendos de forma positiva y eso me parece grave”, comentó.
Kelly King, director general de AT&T México, coincidió en que la alta concentración del mercado es uno de los pendientes de la reforma de telecomunicaciones.
A eso se suma el reto de ampliar la conectividad a Internet, ya que existe un elevado porcentaje de la población que no tiene acceso a este servicio: “Tenemos que preparar a la próxima generación que llevará a México hacia el futuro”, comentó.
Rolando Zubirán, director general de Alestra, dijo que cuando se anunció la reforma de telecomunicaciones le dio una calificación de 9 debido a sus prometedores planteamientos en el papel y en la teoría, pero tras cinco años de su promulgación ahora le daría una calificación de 7, debido a que en su implementación no se han logrado diversos objetivos como el impulso en la innovación y terminar con la brecha digital.