2019-03-07
Hacer llegar nuevos servicios al cliente final conlleva procesos de revisión y validación que permitan al operador constatar que la innovación sí funciona.
Las redes de telecomunicaciones móviles evolucionan constantemente, esto se debe a innovaciones que se integran a las redes existentes para mejorar su desempeño. De esta forma, el LTE que se lanza inicialmente en Suecia y Noruega en diciembre del 2009 ofrecía velocidades pico de alrededor de 12 Mbps. La velocidad de esta primera red LTE contrasta con las ofrecidas por redes LTE-A en América Latina, que generalmente exhiben velocidades pico superiores de los 300 Mbps.
Sin embargo, el proceso de hacer llegar estos nuevos servicios al cliente final conlleva una serie de procesos de revisión y validación que permita al operador constatar que la innovación tecnológica sí funciona y que su desempeño sea el esperado.
Cuando el cambio tecnológico involucra el despliegue de una nueva red de telecomunicaciones, los procesos son similares. El operador en colaboración con todos los fabricantes que desean su negocio establece pruebas limitadas de la nueva tecnología en un entorno controlado de clientes reales. De esta forma, se puede obtener información detallada del desempeño de la tecnología como también los picos de demanda de la nueva tecnología y como ésta podría cambiar en escenarios distintos. Ergo, se hacen distintas pruebas de la nueva tecnología en condiciones de campo diferentes.
Como se puede adivinar, en estos momentos la tecnología móvil que está siendo “probada” a través de toda Latinoamérica es el llamado 5G. Sobre todo, ver cuál sería su desempeño en ambientes cerrados donde se tenga que acceder a la conexión móvil por medio de frecuencias radioeléctricas en bandas milimétricas. No es lo mismo tratar de conectarse a banda ancha móvil desde la habitación de un hotel en Cancún, donde las paredes del hotel están diseñadas para aguantar los embates de un huracán, con servicio en la banda de 800 MHz que hacerlo en una combinación de 3.5 GHz y 28 GHz. Las bandas a ser utilizadas para hacer la prueba son muy importantes para el desempeño de cualquier nueva red móvil. Al momento de elegir qué bandas puede utilizar un operador para hacer una prueba, este tiene dos alternativas, siendo la primera utilizar una banda que ya tenga asignada. La segunda sería solicitar un permiso temporal por parte de las autoridades de regulación para que le permita hacer una prueba en una frecuencia que aún no ha sido asignada a los operadores o que al menos el operador interesado no posea.
Asimismo, las pruebas de campo también sirven para comenzar a ver como los nuevos dispositivos móviles funcionan en su interacción la nueva red. De esta forma, se pueden obtener datos importantes que posteriormente serán utilizados durante las campañas de publicidad y de comercialización de los nuevos servicios.
Obviamente, en estos momentos, las redes que se están “probando” a través de toda América Latina y el Caribe son las llamadas de 5G. ¿Qué no se ha escuchado esto en la prensa? Cualquier experto en telecomunicaciones con conocimiento básico de cómo funciona la industria puede responder fácilmente esta pregunta: es potestad del operador anunciar públicamente si está o no haciendo una prueba de 5G o cualquier otra tecnología.
No obstante, es necesario aclarar que la tendencia se inclina a favor de no divulgar que se está probando una nueva tecnología. También es importante saber que el hacer una prueba no implica necesariamente que la tecnología será lanzada de forma inmediata. Cualquier experto con conocimiento básico de telecomunicaciones sabe que los tiempos de lanzamiento de una nueva tecnología responden a la estrategia comercial de cada operador.
La buena noticia para México es que es uno de los pocos países de América Latina con un cronograma de asignación de espectro radioeléctrico claro, por lo que el lanzamiento de 5G en el país no debería presentar atrasos inesperados. La pregunta sería ver si el país decide emular a sus grandes socios comerciales del TLC e inclinarse por el uso compartido de la banda de 28 GHz para servicios móviles y satelitales como sucede en los Estados Unidos. Ésa es la gran incógnita.