Fuerte debate en torno a la decisión del Ifetel, que dirige Gabriel Contreras, quien consideró que UnoTV de Telmex no viola la cláusula 1.09 de su título de concesión y que por tal motivo no es acreedora a ninguna sanción, en su calidad de agente preponderante en el sector de telecomunicaciones, luego de que TV Azteca, de Ricardo Salinas, emprendiera una querella argumentando que es un canal de televisión, que hasta en el nombre lo lleve y que los comisionados ignoraron.
El tema es muy importante porque el tiempo venció al título de concesión que le fue otorgado a Telmex. Imagínese usted que se trata de una redacción que data de 1991, en una época tecnológica, que nada tiene que ver con la actualidad. En aquel entonces, -más de veinticinco años- se decía que no podía dar servicio de televisión en su propia red y hoy ante el desarrollo de internet, pues, es claro que Telmex no es dueño de internet. Ese fue el principal argumento de las autoridades.
Sin embargo, los cambios tecnológicos en los últimos 25 años han sido radicales. En aquel tiempo no existía, por ejemplo Netflix, lo único que ha perdurado en el tiempo es la posición preponderante y contra la competencia de Telmex, porque tiene los elementos materiales para ejercerla. De hecho, uno de los motivos de la reforma de telecomunicaciones era romper por un lado el monopolio de la televisoras con más cadenas de TV a nivel nacional—cosa que se está en proceso— y el de telecomunicaciones de Telmex-Telcel, que a la luz de los datos financieros está intacto, con más participación de mercado y ejerciendo un poder aplastante.
Telmex argumentó que no viola su título de concesión porque no es televisión, sino un portal de contenidos audiovisuales. La incongruencia y confusión del Ifetel se generó, porque efectivamente, portales como YouTube son una plataforma con esas características donde cada quien sube los videos que quiere y en la forma que desea. Su esquema de comercialización nada tiene que ver con la televisión. El caso de UnoTV es evidente que se trata de un canal de televisión, porque hasta el nombre lleva, tiene una programación, conductores, paga derechos de transmisión, igual que cualquier televisora.
Es un poco aquel chiste que dice: camina como oso, se mueve como oso, come como oso, la conclusión natural era es un oso. Pues no, por el hecho de que no habita en la zona de osos, entonces es un ¡canguro¡. Fue la conclusión simplista del Ifetel.
Los efectos al mercado son nocivos porque inhiben a la competencia. La intención de la ley al señalar agentes preponderantes es generar competencia, pero la decisión de Ifetel en nada abona al objetivo de la reforma de telecomunicaciones. Hoy Telmex puede ofertar telefonía fija, móvil y televisión bajo el esquema over-the-top (OTT). No paga derechos de concesión, que al Grupo Imagen le costaron mas de 2 mil millones de pesos por tener una cadena nacional, tampoco el INE la censura porque es internet.
