2018-02-12
Los temas difíciles en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no se limitan a las reglas de origen en el sector automotriz, ni a la eliminación del Tratado cada cinco años.
En la lista de objetivos de Estados Unidos hay disposiciones a favor de las operaciones de las empresas estadounidenses y enfocadas al objetivo primordial de la administración de Donald Trump: reducir el déficit comercial que tiene con México.
“Estos objetivos no son del todo benéficos para México, pero al igual que otros temas álgidos como reglas de origen, se puede llegar a términos justos para las tres partes”, comentó Enrique Zavala, director de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM).
El equipo estadounidense busca que no se impongan impuestos a los productos digitales como software, música, vídeos, series, libros electrónicos, lo que también implica que empresas que desarrollan plataformas digitales para ofrecer servicios (taxi, hospedaje en hogares) tampoco tributen en el régimen fiscal mexicano.
La propuesta suena atractiva para los usuarios, no obstante, esto incentivaría el crecimiento de la ya existente asimetría en el tráfico de contenidos entre Estados Unidos y México, refiere un análisis de Observacom.
En su mayoría, las empresas que ofrecen estos contenidos y servicios son de origen estadounidense, mientras que son pocas las empresas mexicanas de ese giro. Para equilibrar el mercado, México podría decidir la aplicación de algún tipo de arancel, consideró Jorge Bravo, analista de MediaTelecom Policy and Law.
Además de la asimetría en el tráfico de contenidos, el fisco federal mexicano está en busca de regular a estas empresas en el sistema tributario, sobre todo aquellas que tienen plataformas para brindar servicios físicos como taxi u hospedaje.
Por ejemplo, en la Ciudad de México, la plataforma Airbnb cobra el impuesto local al hospedaje y viene incluido en las tarifas que se ofrecen al usuario. Pero no se cobran impuestos federales como el IVA, el ISR o el IEPS.
El equipo estadounidense quiere garantizar que el flujo de datos para ofrecer servicios financieros o productos culturales digitales sea libre, es decir, que el tráfico de datos cruce la frontera, detalló Bravo.
Este objetivo tiene el objetivo claro de beneficiar la inversión y el desarrollo de infraestructura en Estados Unidos, e implicaría un mayor costo para los operadores de telecomunicaciones en México para satisfacer las crecientes necesidades de la era digital, comentó el especialista en telecomunicaciones.
México busca que las empresas extranjeras tengan presencia física para proveer servicios, porque de esa manera se incentivaría la inversión para desarrollar centros de datos, o contratar empresas mexicanas que proveen servicios de telecomunicaciones.
El hecho de que no se instalen en el país donde prestan servicios, también implica que operan fuera de las regulaciones del país que los recibe, detalla el análisis de OBSERVACOM, observatorio de regulación y medios.
El equipo mexicano observa un riesgo adicional, y ese es que la mayoría de los datos de los mexicanos, y también del gobierno mexicano, estén almacenados fuera del territorio nacional, lo que incrementa la susceptibilidad de ser intervenidos, agregó el analista de MediaTelecom Policy and Law.
Ampliar minimis
Actualmente, si una persona en México compra vía internet en Estados Unidos una playera y un par de tenis, cuyo valor en conjunto no superan los 50 dólares, y son enviados en un solo paquete, éste no paga impuestos en la aduana.
A este valor máximo, 50 dólares, se le denomina minimis. Estados Unidos propone para el nuevo TLCAN, que éste se amplíe en toda la región a 800 dólares.
La posición de ANIERM es que con esta disposición las pequeñas y medianas empresas podrían ampliar su base de suministros o pequeñas comercializadoras para dotarse de productos.
No obstante, esta apertura afectaría a las grandes empresas que cuentan con centros de distribución para proveer de productos a las pymes.
Por lo que, para avanzar en esta disposición sería recomendable que se permitiera la importación libre de impuestos a sectores restringidos, como pequeños comercializadores, bajo una lista de importadores autorizados, consideró el director de esta asociación.
No obstante, el objetivo de Estados Unidos es beneficiar las ventas de productos físicos, vía Internet, de empresas instaladas en territorio estadounidense como Amazon.
Adicionalmente, esta ampliación en la franquicia significaría que los productos que cruzan la frontera no cumplan con las normas mexicanas, no se ofrezcan garantías a la calidad de los productos, además de instructivos diseñados para su uso en Estados Unidos, explicó Manuel Díaz, presidente de Grupo Ei comercio exterior.