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¿Otra vez la inflación?

Claudia Villegas Cárdenas | La Crónica de Hoy | 12 de febrero de 2016.

En México, era un hecho confirmado y aceptado que los precios nunca bajaban. La competencia era escasa y los consumidores simplemente nos encogíamos de hombros frente a esta realidad. En 2015, sin embargo, las reformas en telecomunicaciones y energía provocaron – junto con la demanda contenida entre millones de mexicanos – que los precios comenzaran a ajustarse. El año pasado se alcanzó una inflación históricamente baja. Aplaudíamos. Sin embargo, muy poco duró la alegría, la devaluación de casi 40% del peso frente al dólar ya cobra sus primeras víctimas. Con petróleo a la baja, un peso débil, la inflación al alza sería un elemento catastrófica para la economía de millones de mexicanos. Menos ingreso y precios altos, una combinación que ya varias generaciones de mexicanos recuerdan y que hoy compartirán con los veinteañeros que se acostumbraron a escuchar que en México la gran conquista era el control de la inflación. Agustín Carstens, desde el Banco de México, advirtió que las presiones sobre el tipo de cambio que ahora lo ubican en niveles de 19 pesos por dólar podrían convertirse en una amenaza inflacionaria. Sin embargo, los primeros efectos de dos reformas estructurales, la de telecomunicaciones y la del sector de la energía, permitieron que el golpe se retrasara. El año pasado los precios de los servicios de telecomunicaciones se ajustaron luego de que la nueva Ley Federal de Telecomunicaciones impuso a Telmex la obligación de eliminar los cobros a sus competidores por el servicio de interconexión. Además, con la apertura al sector de la energía disminuyeron las tarifas eléctricas. Las autoridades confiaban en que esos dos factores tuvieran un peso determinante para incidir en el incremento de los precios y mercancías generales de la economía.
Sin embargo, al cierre de la segunda quincena de enero la inflación se hizo presente a través del incremento en el precio de frutas y verduras y de productos básicos de la dieta alimenticia del mexicano. El precio de la tortilla se elevó mientras el tipo de cambio tocó los 19 pesos. Y viene el precio del pan.
La información del INEGI reveló que en la segunda quincena de enero la inflación fue de 0.35 por ciento. La sorpresa fueron los aumentos de las tarifas del gobierno.
¿Vendrá lo peor? Quizás. Mario Alberto Rodríguez, economista de la Universidad Anáhuac de Oaxaca, sostiene que sí existe una correlación clara entre el incremento de la inflación y el comportamiento del tipo de cambio en una economía como la mexicana. La llamada transferencia que tanto temen los economistas de Banco de México. Rodríguez analizó el impacto del tipo de cambio y su depreciación sobre la cadena de precios y su efecto final en el tipo de cambio real. El economista concluye que una depreciación del uno por ciento en el tipo de cambio provocaría un alza acumulada en el INPC del 3.35% treinta meses después de un shock, lo que implicaría una tasa promedio anual de depreciación del tipo de cambio real del 2.9%.

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