vía El Economista.
El sector de los Operadores Móviles Virtuales (OMVs) es el más activo de la telefonía móvil. Al cierre de 2020, los OMVs atendían 2.55 millones de líneas en México. Para el cierre de 2022 se estima que serán 4.92 millones, de acuerdo con el Análisis sobre el Mercado de OMVs 2021 elaborado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Dados estos pronósticos, la participación de Mercado de estos operadores al cierre de diciembre de 2021 sería de 2.85 por ciento del total de líneas móviles en México y para el cierre de 2022 ese porcentaje aumentará un punto porcentual para ubicarse en 3.85 por ciento.
Sin embargo, al analizar este crecimiento del sector se dan 3 fenómenos interesantes:
1.- Extensión: El crecimiento está empujado por pocos jugadores: Bait (Walmart), FreedomPop (alianza con Dish y Oxxo), Oui (Elektra), Megacable e Izzi.
Este primer grupo podríamos llamarlo de extensión vertical u horizontal de la oferta: son jugadores que antes comercializaban sims de otras compañías o brindaban otros servicios de telecomunicaciones, por tanto, un OMV les permite brindar más valor a clientes existentes con un costo de adquisición menor a los OMVs que tienen que montar un canal de distribución.
En este caso, su principal ventaja competitiva es la marca / canal de distribución, que les sirve de paraguas, ya que rompe una de las primeras barreras de entrada al sector: validación de la oferta.
Por otro lado, hay una alta concentración de estos OMVs en dos sectores principalmente: telecomunicaciones y retail por razones obvias, para los primeros es una expansión natural de la oferta y para los segundos es una manera de volverse más relevantes y tener una mayor rentabilidad en un sector en el que jugaban un papel primordial.
2.- Atomización: Hay más OMVs muy pequeños que en la mayor parte no alcanzan los 10.000 usuarios. Este segundo grupo está conformado por los “pequeñitos” que en un 99% están conectados a través de Altán Redes.
Esta es la empresa encargada del proyecto de la Red Compartida del sexenio anterior, y que ahora será rescatada con una nueva inyección de capital de 100 millones de dólares. El Estado ayudará a la compañía debido a que su infraestructura es fundamental para el plan del presidente Andrés Manuel López Obrador de llevar internet a zonas remotas del país.https://885cb75c3f1bd240ffa107bac24f366f.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html?n=0
Altán, en su necesidad imperante de generar volumen generó muchos OMVs de micro-nicho pero que no alcanzan ni de manera consolidada ni de manera individual la masa crítica mínima que debe tener un OMV para ser rentable (unos 250.000 usuarios aproximadamente según fuentes del sector).
Si bien estos OMVs no tienen un peso relevante en el mercado, su eventual desaparición genera dos efectos: los inversionistas ven su inversión perdida, y los usuarios quedan en un limbo, que muchas veces no saben qué hacer en estos casos. El más reciente es el de YonderMedia, que luego de anunciar a los 4 vientos que alcanzaría millones de usuarios en un año, tuvo que cerrar operaciones sin haber logrado ser rentable ni superar los 100.000 usuarios a menos de 12 meses de su lanzamiento.
3.- Los fracasados: Existen casos de inversiones desmedidas en OMVs que fracasaron estrepitosamente en su estrategia; en este grupo encontramos a jugadores como Virgin y Oxio.
Virgin, que entró al mercado con una campaña enorme de medios masivos prometiendo “comerse” el mercado, 6 años después lo único que se ha comido es el dinero de sus inversionistas. Las razones de este fracaso son varias: management inadecuado y desconectado de la realidad del mercado, fraudes internos, posicionamiento inadecuado y decisiones operativas equivocadas. Estos factores lo hicieron pasar de pionero y líder a luchar por subsistir (ya cerraron operaciones en Chile y Perú por razones similares). Fuentes del sector aseguran que el costo para los inversionistas de esta aventura fue de más de 100 millones de dólares.
El otro jugador de este grupo es Oxio, que va en la misma dirección de Virgin, pero a paso más acelerado.
A diferencia de Virgin, cuya estrategia se centró en el usuario final (ya que sus necesidades de fondeo estaban cubiertas), Oxio se ha focalizado en intentar convencer a las empresas que es el mejor socio para crear un OMV con su marca y en inversionistas en financiar un sueño guajiro de OMV multi red + blockchain + lo que esté de moda en el momento para levantamiento de capital, aunque en realidad es inservible desde un punto de vista utilitario para los usuarios.
En su primer objetivo de sumar empresas al mirar las cifras de IFT de usuarios activos y su rol en el mercado, claramente no le ha ido bien, y fuentes del sector comentan que los 3 acuerdos que anunciaron con bombo y platillo terminaron mal (a saber Coppel, Rappi y Bimbo) por deficiencias operativas, promesas incumplidas y violaciones contractuales entre otras.
Teniendo en cuenta la capitalización de la empresa (más de 65 millones en 3 rondas), la poca cantidad de usuarios y los problemas de toda índole que se conocen en el sector, lo que se comenta es que Oxio está utilizando el dinero de los accionistas para subsidiar una operación que a toda vista no tiene buen futuro para los usuarios, sus inversionistas ni el sector de telecomunicaciones.https://885cb75c3f1bd240ffa107bac24f366f.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html?n=0
En mercados como el de México, donde el 84.7 por ciento de las suscripciones son de tipo de modalidad prepago, la estrategia de los OMVs debe centrarse en nichos de mercado, con una apuesta por lo tecnológico y lo convergente, permitiendo una cierta transversalidad, flexibilidad y dinamismo en su modelo de negocio para adaptarse a la cambiante demanda de servicios.
Si bien el sector representa una oportunidad muy grande para las empresas y organizaciones de tener una oferta de valor diferenciada, requiere jugadores con experiencia probada en el mercado y responsabilidad en el buen manejo del dinero de los inversionistas.
Adicionalmente, al observar los indicadores del portal Soy Usuario del IFT se puede constatar que el fracaso de Altan (Bait, Oxio, Megacable y “los pequeñitos” por ejemplo) no es sólo financiero, sino que todos los OMVs que operan sobre dicha red tienen una cantidad de quejas y tiempos de resolución mucho mayores que los que operan sobre Telcel o Movistar / AT&T.
Entre abril y junio de este año, por ejemplo, Megacable registró 954 inconformidades, Bait 86 y Oxio 3.
Desde la llegada de Virgin Mobile al mercado móvil en 2013, empezaron a proliferar los OMV, los cuales no cuentan con infraestructura propia pero pueden arrendarla para dar servicios de conectividad. Estas compañías son en su conjunto uno de los grandes clientes de Altán.
La crisis provocada por la pandemia de Covid 19 provocó que en 2020 Altán entrara en un déficit de ingresos de 58,000 millones de pesos debido a que algunas de las compañías que querían utilizar su red demoraron la suscripción de contratos, así como el lanzamiento de ofertas de mercado, “lo cual generó que, a pesar de tener una tendencia al alza, no se alcanzaran las proyecciones del número de clientes esperados”, según explicó la empresa en el documento de solicitud a concurso mercantil del cual dio cuenta la revista Expansión en junio de este año.
La conversión de Telefónica Movistar en un pseudo OMV, el fracaso estrepitoso de Altan, y los millones hundidos y por hundir de Virgin y Oxio seguramente harán que cada vez más (y principalmente en estos tiempos de incertidumbre global) los inversionistas y las empresas tengan cada vez más cuidado dónde colocar sus inversiones y sus marcas para no convertirse en un “We Work” de las telecomunicaciones, donde anuncios de prensa confundieron a muchos de los fondos más reconocidos y terminaron comprando humo de un management que no tenía las credenciales para manejar el negocio y un proyecto “tecnológico” sin pies ni cabeza.
A lo mejor, en unos años veremos alguna serie de TV sobre alguna de estas estafas tipo Ponzi en el sector de los OMVs al igual que WeCrashed con respecto al caso de “We Work”.