Hugo González | Milenio | 30 de Septiembre 2015
Ayer fue una crisis de éxito, porque a la misma hora se realizó el Foro Amiti 2015 y el NexTv Summit México.
En ambos eventos encontramos valiosas aportaciones para el entendimiento de las tecnologías de información y comunicación (TIC).
En el primer foro pudimos escuchar netas sobre las oportunidades de negocio que generan las TIC. También nos mostraron cómo la productividad de los mexicanos crece en entornos más digitales.
En el segundo supimos cómo los servicios de televisión de paga, OTT y video on demand, están cambiando rápidamente. Nos dijeron que México es líder regional de servicios OTT y generará este año 370 millones de dólares.
Aunque ambos foros podrían tocar temas distintos encontré puntos de contacto, ya que en los dos se habló de la disrupción y de los nichos.
En ambos foros los expertos nos impulsaron a identificar nichos de oportunidad para potenciar la adopción de soluciones de TIC.
Por ejemplo, Nextflix se alojó en el nicho de películas, y NGSN en la transmisión de deportes, luego entonces habrá otros OTT de nicho.
El nicho puede ser regional o temático, con lo cual podría haber OTT solo de telenovelas, futbol o para migrantes, chilangos o regios.
Con esto se refuerza la idea de Gonzalo Alonso (@gonzoogle), de Clowder Tank, quien dice que la nueva comunicación ya es de uno a uno (P2P).
Es así que podríamos estar identificando nichos de negocio con potencial de adopción de TIC como se dijo en la Amiti.
Sin embargo, esta identificación debe darse pronto, pues hay quienes dicen que si te tardas más de 18 meses en hacerlo será demasiado tarde.
Para entonces tal vez tu negocio ya no estará o tendrá un disruptivo en tu puerta.
Eso se ve más claramente y con preocupación en el sector del comercio y alimentos, donde se invierte poco en TIC.
Allí les va a caer la disruptiva y no vaya a ser que (como sucede en Europa) llegue a México el Uber de comida.
Es más, ya estoy pensando seriamente que alguien va a salir con algún modelo parecido y que ofrezca “tortillas as a service”.
Sin embargo, esa disrupción y esa detección de nicho no se lograrán por decisión de la alta gerencia de las empresas.
El cambio llegará escuchando al usuario final, al cliente, ese tirano a quien no le interesa si eres de los buenos o de los malos.
El nuevo consumidor final ya no espera a que le ofrezcan paquetes caros con cientos de canales que no mira. Ya elije cuáles, cuántos y cómo pagar sus servicios, porque ya es una transacción más horizontal.
El usuario final quiere tener su Uber, su Airbnb o sus contenidos de Netflix sin importarle cómo llegan.
Solo quiere tenerlos. A ese usuario no le interesa si un servicio está o no regulado, solo lo usa porque está allí.
Pero, ¿qué pasa si el obeso y lerdo regulador no te deja y te amarra las manos?
Ojalá eso lo mediten los reguladores del país y apuesten por la desregulación.
