La Jornada | 17 de diciembre 2015.
El apagón analógico que comenzará a operar este jueves en la ciudad de México llegará sin que las secretarías de Comunicaciones y Transportes (SCT) y de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) cuenten con centros de acopio apropiados para depositar los millones de televisores que comenzarán a ser desechados, advirtió Greenpeace.
Se calcula que alrededor de 2.5 millones de televisores análogos podrían ser desechados sin que los capitalinos tengan alguna opción para deshacerse de ellos de manera adecuada.
En un comunicado, la organización señaló que es indispensable que el gobierno mexicano brinde opciones para que el apagón analógico no se convierta en una catástrofe ambiental
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Apuntó que muchos de esos dispositivos contienen metales pesados, como plomo y mercurio, y químicos tóxicos, como retardantes de flama (que son posibles disruptores hormonales), los cuales si se desechan en rellenos sanitarios o tiraderos no controlados, reaccionan con la basura orgánica y generan lixiviados que al entrar en contacto con el agua y la tierra pueden tener impactos en la salud humana y el medio ambiente.
Dichas sustancias pueden causar daños al sistema nervioso y el hígado, y provocar padecimientos como cáncer u osteoporosis.
La intoxicación por plomo se da por inhalación o ingestión; una vez adentro del organismo se acumula y provoca reacciones como irritación en la piel, ojos y vías respiratorias. Además penetra en órganos vitales como hígado, riñones y pulmones.
Greenpeace también explicó que hay alternativas que no dañan el medio ambiente, como utilizar convertidores de señal análoga a digital –cuyo costo está entre 500 y 700 pesos– para recibir la señal digital sin necesidad de desechar los televisores antiguos.
Agregó que los sistemas de paga, como cable o satelital, proporcionan la señal digital, por lo que los aparatos no necesitan ningún convertidor.