2022.01.05
Vía El Financiero
Los retrasos de Grupo Carso en la obra del Tren Maya y los daños reportados en la L12 del metro están tensando la relación entre Slim y la 4T, comenta Darío Celis.
EL 27 DE diciembre el hombre más rico de México desayunó con el Presidente. Pero no fue uno más de los varios desayunos que han tenido: Andrés Manuel López Obrador quería dejar un mensaje de Estado.
Y para mandar mensajes el tabasqueño sabe cuidar las formas y suele ser muy efectivo. Primero, hizo notar que, a diferencia de los muchos desayunos y comida casuales que sostiene, éste era importante.
Por eso le sacó a Carlos Slim Helú la vajilla elegante, que tanta polémica generó en las redes sociales, amén de que el desayuno de marras fue en un comedor oficial y no en una mesa de trabajo.
¿Cuál era el mensaje? Mostrar la preocupación por la hasta ahora inexistente reparación de la Línea 12 del Metro y la aparición de más fisuras en la estructura elevada que construyó el Grupo Carso.
Cuarenta y ocho horas después del desayuno se hizo público, por expertos contratados por el gobierno de la CdMx y en rueda de prensa del secretario de Obras, Jesús Esteva, la especie.
Que la estructura elevada, entre los tramos Tezonco, Olivos y Nopalera, registra 21 agrietamientos y que las revisiones faltan por cubrir aún una parte importante.
La L12 en el tramo elevado es insalvable y el Presidente quiere opciones para volver a ponerla en operación, algo que con toda seguridad ya no ocurrirá como se había ofrecido para mayo de este año.
También, desde la Secretaria de Infraestructura y Comunicaciones que maneja Jorge Arganis han reportado que el tramo del Tren Maya, a cargo del mismo Grupo Carso, trae retrasos importantes.
De una parte relevante de éstos, ya por escrito, la constructora atribuye el retraso a rezagos burocráticos por parte de dependencias federales, en particular de esa misma secretaría.
Pero el Decreto (Acuerdo) presidencial de fines del año pasado que hace expedita la entrega de permisos para obras prioritarias, justo como el Tren Maya, es algo que le quita pretextos para el incumplimiento a Carso.
Así que desde Fonatur, que comanda Rogelio Jiménez Pons, hasta el gobierno de Claudia Sheinbaum, han dejado sentir a AMLO la preocupación del rezago en algunas de sus obras prioritarias.
El trato del inquilino de Palacio Nacional para con Slim es muy cordial, pero los defectos y rezagos encontrados ya están tensando la relación con la 4T. Por ello salió de su desayuno sin dar declaraciones.
En los temas de telecomunicaciones también hay desavenencias entre el gobierno de la 4T y América Móvil (AMX), la telefónica que dirige Daniel Hajj y que también es controlada por Slim.
Hubo acercamientos para efectos de ampliar la conectividad de millones de mexicanos, dada la quiebra de la red compartida que lleva Altán y la lentitud de CFE-Telecom para desplegar infraestructura.
Pero tampoco llegaron a acuerdos. De hecho, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, habría quedado en mandar información para aumentar la conectividad en las zonas rurales y marginadas del país.
Y, finalmente, si bien el tema del acceso al servicio de video por parte de Telmex no fue abordado en el desayuno, fuentes gubernamentales acercan datos que auguran malas noticias para el magnate.
Estudios realizados por dependencias federales dan cuenta de que para lo que ingresa AMX de ganancias aquí, su inversión es reducida en comparación con el resto de las empresas de telecomunicaciones.
Bajo esa óptica autorizarle a Slim el servicio de video dañaría inversiones en el sector. El Instituto Federal de Telecomunicaciones llegó a la misma conclusión y lo hizo saber vía la oficina de Estrategia Digital.
En lo que el gobierno federal y el propio López Obrador están reconocidos con Carlos Slim es en el gran trabajo que la Fundación que lleva su nombre ha hecho en temas relacionados con el Covid.
Se elogia desde la reconversión de hospitales hasta el desarrollo de vacunas. Pero para un Presidente que quiere trascender en la historia, sus obras son lo relevante… y el tiempo de Carso para concretarlas se acorta.
NO, EL DEL pleito con el arquitecto Javier Sordo Madaleno por el cierre del Hotel Solaz de Los Cabos no es Ernesto Coppel Kelly. Son sus primos de Grupo Coppel, que preside Agustín Coppel Luken. Concretamente quien maneja los negocios relacionados con la hotelería es Rubén Eugenio Coppel Luken, accionista también del emporio comercial y financiero. Lo del Solaz es una actividad independiente de esa influyente familia de Sinaloa, que aparece como socia mayoritaria de ese resort de lujo que fue dado en operación a Marriott Hotels y que forma parte de su categoría The Luxury Collection. Sordo Madaleno tiene también participación y fue el encargado de amarrar la alianza con la prestigiada cadena que fundó Bill Marriott y de diseñar y construir el complejo de suites y residencias. El problema fue que tras el derrumbe del Champlain Towers en el suburbio de Surfside en Miami, en junio del año pasado, que le costó la vida a 98 personas, las empresas inmobiliarias y firmas hoteleras extremaron las normas y protocolos de construcción para evitar demandas multimillonarias. Marriott, al ser empresa pública, detectó fallas estructurales en la construcción del Solaz y se apegó a las recomendaciones de sus peritos de abstenerse de operar la propiedad hasta en tanto no se subsanaran las deficiencias, lo que incluso implica la demolición de algunas fases. De ahí que tras varios meses de estar abierto, en junio pasado se determinara cerrarlo. El tema ya está en litigio a fin de deslindar responsabilidades de los socios.
TAMBIÉN AYER LE platiqué de esta, a todas luces, adjudicación directa que se sacó de la manga Octavio Romero, el director de Pemex. No fue cualquier cosa: el 31 de diciembre, cuando todo mundo andaba distraído en las fiestas de Fin de Año, le entregó a sus cuates de ESEASA un contrato de 793 millones 421 mil 939 dólares para la ingeniería, procura, construcción, pruebas y puesta en operación de la batería de separación Ixachi. En octubre de 2020 Pemex asignó en licitación ese mismo contrato a IDINSA de Víctor Ortiz y a Lipsa Industrial de Patricio Álvarez Morphy, solo que en 463 millones 509 mil 708 dólares. Es decir, Romero le aumentó 329 millones 912 mil 231 dólares al mismo contrato y se lo asignó directamente a la empresa de su amigo, ya finado, Reynaldo Santos. Fue un contrato entregado arbitrariamente y por un monto sospechoso, dado a empresas que no tienen experiencia, empezando por CAABSA de los hermanos Luis y Mauricio Amodío. El otro socio del consorcio es Process Point Energy Services.
EL 27 DE diciembre AlphaCredit presentó una nueva solicitud de concurso mercantil, pero ahora con plan de reestructura preacordado con más del 55% de sus acreedores, incluidos los tenedores de bonos que representan el 75% de la emisión de unos 400 millones de dólares. Apunte ahí a Fidera, Terra Holdings, Amundi, ICG y Doubleline. Otros cerca de 400 millones de dólares de deuda están concentrados en Credit Suisse que lleva aquí Nicolás Troilett, Morgan Stanley que capitanea Jaime Martínez-Negrete y el Banco Interamericano de Desarrollo que preside Mauricio Claver. El expediente cayó en el Juzgado Primero de Distrito en Materia Civil a cargo de Elizabeth Vargas Lira. Están pidiendo el concurso tres empresas: AlphaCredit Holding, AlphaCredit Capital y Acercándonos. La sentencia de la jueza apremia, pues se alista un crédito en posesión del deudor (DIP) de unos 20 millones de dólares para preservar la cartera de este prestamista que fundaron Augusto Álvarez y José Luis Orozco. El año pasado el Juzgado 12 de Distrito en Materia Civil rechazó la solicitud de concurso.