2020.04.15
Vía Alcaldes de México
Cuando navegamos en Internet a través de nuestros celulares, computadoras y dispositivos, generalmente no pensamos en la infraestructura que es requerida para obtener esta conectividad. Sólo recordamos que existe un módem cuando falla y debemos tratar de reiniciarlo, sin tener muy claro para qué sirve cada cable. Cuando se trata de datos móviles, y nos quedamos sin cobertura, sólo nos percatamos que “no hay señal”, mientras buscamos un punto mejor para que ésta “regrese”.
Para contar con Internet en nuestras casas, detrás del módem, y detrás de los cables existen kilómetros y kilómetros de más fibra óptica. Para tener Internet en nuestro celular, son necesarias miles de torres y antenas esparcidas por ciudades, carreteras y pueblos para que nuestros dispositivos se conecten.
Así, aunque no pensemos mucho en todo ello, la infraestructura de telecomunicaciones es tan importante que, en desastres naturales y épocas de crisis, una de las prioridades que tienen las sociedades es asegurarse de que la infraestructura de telecomunicaciones incluida en ella torres, antenas y fibra óptica, funcionen al 100%. De igual forma es en esos momentos cuando se hace latente la carencia de conectividad en algunas zonas, la cual se vuelve indispensable para garantizar el derecho humano al Internet.
La pandemia global de COVID-19 no es la excepción. La conectividad y las telecomunicaciones están apoyando el objetivo de “aplanar la curva de contagios”, contribuyendo a que la gente se quede en casa, utilizando Internet para mantenerse informada, realizar compras, en algunos casos de productos básicos, y también para mantener sus actividades económicas.
Esta nueva enfermedad nos está llevando a revalorar la conectividad, que nos permite trabajar a distancia, estudiar en línea, ofrecer los servicios y productos de nuestros negocios en plataformas digitales, y hasta ver películas y series por Internet.
El Gobierno de México ya ha reconocido la importancia de las telecomunicaciones al declarar las actividades de esta industria como esenciales, en los acuerdos publicados en el Diario Oficial de la Federación los pasados 24 y 31 de marzo, sobre las medidas para enfrentar el COVID-19.
Así, el desafío la industria de las telecomunicaciones será seguir manteniendo a todos conectados, durante esta emergencia sanitaria ¿Qué pasaría si la infraestructura de telecomunicaciones falla en este momento? ¿Qué pasaría si los técnicos no pueden llegar a las antenas, torres, cables subterráneos y aéreos? México correría el riesgo de quedarse sin conectividad, sin Internet.
En este contexto, es fundamental que todas las empresas de la industria de telecomunicaciones puedan realizar con rapidez y sin obstáculos, sus labores de mantenimiento en torres, antenas y fibra óptica, para garantizar la conectividad de los usuarios y el acceso a internet.
Por ello, es de suma importancia que las autoridades municipales, actores clave en esta crisis, otorguen todas las facilidades para permitir el despliegue de las nuevas redes y el mantenimiento eficaz y en tiempo de las existentes, ¿cómo? permitiendo el libre movimiento del personal técnico para reparar fallas y dar mantenimiento, garantizando así la conectividad de sus comunidades.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes en conjunto con la Secretaría de Gobernación, publicaron el pasado 2 de abril, una serie de recomendaciones para estados y municipios, a fin de facilitar las operaciones, mantenimiento y despliegue de infraestructura de telecomunicaciones en todos los niveles.
Sin las medidas adecuadas, la infraestructura del sector puede estar en riesgo, generando una crisis de conectividad en medio de esta crisis de salud.
En esta situación de emergencia sanitaria, que nos tiene repensando y preguntándonos muchas cosas, vale la pena incluir en esa lista, ¿está México realmente preparado para mantenerse conectado en la coyuntura actual? Por el bien de todos, comencemos a tomar los pasos para estarlo.
