Mientras que aumenta a 3.2% la tasa de deserción de su clientela —expresado en la baja de 3.0% de su ingreso por suscriptor tras suspender la transmisión de canales de Televisa— la firma de Enrique Yamuni presume elevó a 823.2 millones de pesos su utilidad al tercer trimestre del año; al estilo de Doña Angustias, la casera del clásico A Toda Máquina, Megacable cobra a sus clientes más dinero por una programación menguada, en tanto junta capital para ser socio del Fondo México-China, en la Red Compartida.
Como se recuerda, a principios de septiembre la compañía que encabeza Francisco Robinson, dejó de transmitir 14 canales de Televisa: en sólo un mes de haber roto su relación con la firma de Emilio Azcárraga, su tasa de deserción creció rápidamente 14.3%. De hecho, también al estilo Doña Angustias y para aumentar magramente su base de suscriptores, la empresa jalisciense invirtió 12.9 millones de dólares (más de una tercera parte de sus utilidades trimestral) es para comprarle a Maxcom —de Enrique Castillo— poco más de 4,500 clientes netos (18 mil en bruto) oriundos de Puebla, Tehuacán y Querétaro.
Así el “cobro a lo chino” del que fue objeto la alcancía de Luís Aguilar en aquel film, podría compararse con el servicio a 3 millones de personas a las que se les cobra igual por menos contenidos. En tanto, se especula que Megacable aportaría 50 millones de dólares al desarrollo de la Red Compartida como socio del México-China Found, que tiene 2,400 millones de dólares para facilitar aquí la inversión de empresas de aquel país… como Huawei.