2019-07-01
Hace exactamente 15 años que se promulgaron la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, y la Ley del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano.
Ambas leyes incidían en dos temas fundamentales del México moderno: la telefonía y la televisión. Los monopolios voraces, principalmente en radio y en televisión, han ofendido gravemente a la sociedad en el uso y abuso de ambos temas. Y no últimamente, sino desde que las autoridades claudicaron de sus deberes y permitieron los abusos.
Quiero recordar, porque fui testigo, los tiempos en los cuales se creó la oficina que recibiría de los concesionarios de radio y televisión (radiodifusores) el impuesto convenido del 12.5 por ciento del tiempo de transmisión. Antaño se convenía de manera muy formal la utilización del espacio, y se respetaban las decisiones gubernamentales. Sin más. En radio y en televisión. Esta odisea inició a finales del año 1969.
De 1969 a 1976 la Comisión de Radiodifusión obtuvo horarios estelares en los canales 2, 4, 5, 8, 11 y 13 que operaban en el sistema de televisión abierta. Y en decenas de estaciones de radio ocurrió igual.
En televisión se transmitieron programas, que hoy serían unas joyas, como CINE DE ARTE, UNA CANASTA LLENA DE…, TELEDANZA, PENSANDO Y VIAJANDO CON LOS NIÑOS, ARTISTAS, MUSEOS Y GALERÍAS, IMÁGENES DE NUESTRO MUNDO, CINETECA NACIONAL, SEMBRANDO PARA EL MAÑANA, YO SOY USTED, CONCIERTOS UNIVERSITARIOS (OFUNAM), EN TIEMPO DE MEDIANOCHE, EL MUNDO A LAS OCHO, PASAJES DE LA VIDA DEL BENEMÉRITO, TEATRO EN SU CASA, ONCECOLOR, LA CANCIÓN DESCONOCIDA, y decenas de programas más.
Y en radio se produjeron cientos de programas para ser transmitidos en los tiempos oficiales, a saber: PARALELO CERO, HOY Y MAÑANA, CAMINOS DE MEDIANOCHE, MERIDIANO CERO, FONÓGRAFO DEL RECUERDO, EN EL SIGLO DE LA MÚSICA BARROCA, LA PROVINCIA EN ÓRBITA, MÚSICA Y PINTURA, RECUERDOS DE LA HORA AZUL, PLATÍCAME UN LIBRO, MÉXICO CREO EN TÍ, EL MAESTRO AGRÍCOLA, GALAXIA 58, CAMPO Y PRODUCTIVIDAD, CONOCIENDO MÉXICO, ENSALADA MUSICAL CON SOPA DE LETRAS, ALREDEDOR DE LA MÚSICA, CURSO DE INGLÉS, DIÁLOGOS AL DESNUDO, HOMENAJE A DOÑA MARGARITA MAZA DE JUÁREZ, EL MUNDO DEL DISCO, PANORAMA FRUTÍCOLA, VOCES DEL CAMPO, PARALELO DEPORTIVO, ALEGRE DESPERTAR, PRISMAS, MESA DE REDACCIÓN, ARTE VIRREINAL MEXICANO, DIÁLOGO POLÍTICO, EL CARRUAJE, LA HOGUERA, LA ANTORCHA, CHARLAS EN LA CINETECA, y decenas de programas más.
Hay muchísima más información de ese período: horarios de transmisión, duración de los programas, nombres de guionistas, escritores, locutores, actores y actrices, técnicos, etc. La Comisión (hoy llamada RTC) era una institución respetada. Esa información la conservo porque tuve el privilegio de ser el primer Director General. Y tengo la honra de ser, desde 1969, el empleado número uno (hoy somos miles) de la radio y televisión del Estado.
Habiendo terminado mi gestión, entregué los activos de la Comisión a quien fue la primera directora de RTC. Un año después, en una comida con radiodifusores, verbalmente les devolvió los tiempos de transmisión ganados en 6 años de labor; y en menos de tres días firmó el acuerdo con los abogados de la Cámara Nacional de Radio y Televisión. Así se escribe la historia.
Pero aún hay más. Durante el gobierno de Vicente Fox disminuyeron a lo mínimo lo logrado con tantos trabajos. Hoy los tiempos oficiales son administrados por la oficina de RTC y son contadas las transmisiones. Siempre he considerado que es cuestión de presupuesto. Las leyes nada dicen al respecto. ¿Se hablará de este tema en posteriores reglamentaciones?
Estamos por terminar la segunda década del siglo 21, que será el siglo de la información. Sólo basta con echar una mirada al cúmulo diario de noticias para darnos cuenta del avance inusitado de la ciencia y la tecnología en nuestra sociedad.
¿A qué velocidad se comunican ahora los grupos humanos? ¿Podría alguien imaginar individuos o grandes empresas cuya actividad total subsista sin la presencia de satélites, televisiones, celulares, tabletas, redes sociales, etc., que lo mismo enlazan a las personas en un instante y sin las barreras de la distancia organizan, guían, forman, entretienen y gobiernan una buena parte de las naciones?
Podemos hablar de comunicólogos importantísimos, desde Marshall McLuhan, Umberto Eco, Giovanni Sartori, y otros. Todos ellos hablan con mayor énfasis de la influencia que, desde la segunda mitad del siglo anterior, ejercen los medios de comunicación y los avances tecnológicos en la conducta y el comportamiento humanos.
No dejaremos de asombrarnos de las maravillas que ya hemos visto y las que nos aguardan; pero tampoco dejaremos de pensar en lo que los comunicólogos escriben con justeza cuando advierten que el exceso en la tecnología nos adormece y no permitirá el libre fluir de las ideas y de los razonamientos que distinguen al ser humano por encima de todas las demás especies que pueblan la tierra.