Julio Brito A. | La Crónica de Hoy | 28 Abril 2016
La economía informal en México representa el 50 por ciento del total, por lo que es muy fácil encontrar bienes y servicios piratas. Lo hay en la industria del cemento, el hierro y acero, automotriz, etc. El fenómeno es tal que existen estaciones de radio, en el área de telecomunicaciones informales o al margen de la ley. De acuerdo al Ifetel en 2015 contabilizaron 155 radiodifusoras, que nacieron ante la indiferencia por autoridades de todos los niveles, porque es muy difícil que pase desapercibida una estación de radio, cuando por su esencia es abrirse al público y ganar audiencia.
En un estudio sobre estaciones de radio pirata el Instituto de Derecho de las Telecomunicaciones –IDET- uno de los organismos más serios y de opinión responsable por la calidad de su análisis comenta el acertado actuar del Instituto Federal de Telecomunicaciones en el combate a la informalidad de radiodifusores.
El IDET comenta tres acciones de la autoridades como diversos monitoreo, visitas de inspección y aseguramientos de equipos de estaciones de radio que operaban sin la concesión respectiva; el lanzamiento en el portal de Internet del IFT de la herramienta “Denuncias de Radiodifusoras sin Concesión”, a través de la cual, de forma anónima o a título personal, las personas podrán informar sobre la operación ilegal de estaciones de radio y finalmente el lanzamiento de una campaña en medios de comunicación que alerta sobre la existencia de estaciones de radio que operan de manera ilegal en la actualidad.
A contrapelo de quienes asegura que debe permitirse la liberta de transmisión, sin importar este o no registrada, el IDET señala que por primera vez, una autoridad del Estado mexicano instrumenta una estrategia integral, frontal, en contra de la operación ilegal de estaciones de radio en nuestro país. “No hay duda que si buscamos impulsar un estado de derecho eficaz es inaceptable que haya quien argumente a favor de violar la ley, utilizando como pretexto la defensa de la libertad de expresión”.
Si bien es cierto que existe un derecho de todos los mexicanos a los bienes públicos, la verdad es que tiene que darse con orden. “Quienes impulsan una visión así, nos proponen un falso dilema, entre una mayor promoción de la libertad de expresión y la violación de la ley, entre un futuro ordenado para México y un futuro de desprecio por el estado de derecho, un futuro de anarquía. Aceptarla, implicaría que también estemos de acuerdo que cada quien explote a su antojo los recursos naturales de nuestro país”.
El IDET considera que la oposición a la lucha del Ifetel contra las estaciones piratas es la correcta. “No hay duda que la actuación del IFT no atenta contra el establecimiento y operación de estaciones de radio de tipo social (comunitarias o indígenas), reconocidas con un carácter especial por la propia Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, en realidad va contra de todas aquellas estaciones de radio que, con independencia de su naturaleza, operan al margen de la ley”
