Algunas personas relacionan los despliegues de la red 5G con la propagación del coronavirus, de ahí que han incendiado antenas y agredido a técnicos instaladores de todas las compañías de tecnología y de prestadores de servicio. En Facebook existen grupos que convocan a destruir estas infraestructuras, con el pretexto del Covid-19.
Los ataques contra las antenas y trabajadores que construyen redes de quinta generación o 5G en telecomunicaciones han ido en aumento y brincado del Reino Unido, donde se originaron las primeras agresiones, a la Europa continental, con 60 incidentes verificados tanto en esa nación como los Países Bajos y Francia, y recientemente en Irlanda y Chipre.
Algunas personas relacionan los despliegues de 5G con la propagación del coronavirus, de ahí que han incendiado antenas y agredido a técnicos instaladores de todas las compañías de tecnología y de prestadores de servicio. En Facebook existen grupos que convocan a destruir estas infraestructuras, con el pretexto del Covid-19. Inclusive, allí circulan videos editados haciendo notar que las aves también destruyen aparatos 5G.
México no está lejos de ese pensamiento, pues en redes recircula un video en que un grupo de personas consiguió inhabilitar de manera legal la construcción de una torre de telecomunicaciones en Mérida, Yucatán, que además funcionaría para identificar la velocidad de huracanes, pero que fue detenida su obra por unos supuestos rayos láser que emite esa torre en perjuicio de la salud.
Estos son mitos contra las redes 5G que trasminan y contaminan a todos los demás en la era de la información y cuyos efectos sí dañan inversiones, cortan la comunicación y vulneran la salud de aquellos trabajadores que ya han sufrido los arranques de violencia de las personas desinformadas alrededor del mundo, estima Catalina Irurita, vicepresidente de marketing, comunicaciones y relaciones corporativas para la región norte de América Latina de Ericsson:
—¿Qué estrategia ha tomado Ericsson para aclarar el mito de la relación entre el coronavirus Covid-19 y las redes con tecnología 5G?
—Desafortunadamente, los rumores sin fundamentos y teorías sobre el 5G están teniendo efectos muy reales. Hemos condenado enérgicamente lo que ha ocurrido en países como Reino Unido y Países Bajos, donde las torres de antenas, trabajadores e ingenieros han sido atacados en los últimos meses. Las redes de telecomunicaciones proveen conectividad crítica, que en este momento es clave para mantenernos conectados y permitir que las labores esenciales puedan continuar.
Nos entristece saber que nuestros operadores en campo son atacados o amenazados. Creemos que es muy importante que la gente entienda que la idea de no poder llamar a un miembro de nuestras familias o compartir información médica rápidamente es inconcebible en estos momentos tan críticos de coronavirus. Más que nunca debemos mantenernos conectados y estos ingenieros están trabajando 24 horas al día, en todo tipo de condiciones, cuidando que nuestras redes estén fuertes y seguras.
—¿Qué estudios científicos o técnicos se han presentado para demostrar que es este tipo de mitos no encajan con la realidad?
—Desde 1995 se han llevado a cabo cerca de 25,000 estudios sobre ondas de radio y su conexión con la salud. Alrededor de 3,000 han sido específicamente sobre comunicaciones móviles y los lineamientos sobre exposición y estándares internacionales se han establecido con base en estos estudios.
El proyecto CEM (EMF en inglés) fue creado por la Organización Mundial de la Salud en 1996 para evaluar las pruebas científicas de los posibles efectos sobre la salud de las radiofrecuencias en los intervalos entre 0 a 300 GHz. La evidencia científica de estas pruebas no demuestra que las ondas de radiofrecuencia de teléfonos móviles y radiobases o antenas provoquen algún efecto dañino en la salud.
En tanto que la nota descriptiva número 304 de la OMS establece que: “Considerando los bajos niveles de exposición a las ondas y los resultados de las investigaciones reunidos hasta el momento, no hay ninguna evidencia científica convincente que indique que las señales débiles de radiofrecuencias desde las estaciones base y las redes inalámbricas provoquen efectos adversos a la salud.”
Las redes 5G usan radiofrecuencias para comunicación al igual que generaciones previas de redes móviles, transmisión de radio y televisión. Sus bandas de radiofrecuencia van de 1 GHz a 6 GHz y están en cumplimiento con los lineamientos y límites de seguridad del proyecto CEM o EMF.
El 5G utiliza antenas avanzadas para mejorar su desempeño, al mismo tiempo en que mantiene niveles similares a los de redes actuales, que están muy por debajo de los estándares internacionales. En el caso específico de la relación entre 5G y Covid-19, la OMS también emitió una aclaración: “Las redes 5G de telefonía móvil no propagan el Covid-19. Los virus no se desplazan por las ondas electromagnéticas ni las redes de telefonía móvil. El coronavirus Covid-19 se está propagando en numerosos países en los que no existe una red 5G.”
—¿Cómo podría beneficiar más la red 5G a los usuarios en momentos de confinamiento como los de estas últimas semanas?
—El beneficio más inmediato que tiene el usuario final de 5G es una conexión hasta cien veces más rápida, más estable y más segura. Esto se deberá a que 5G permitirá una transmisión de datos hasta cien veces más rápida que con 4G LTE, permitiendo a acceso instantáneo a servicios y aplicaciones. La latencia se reduce significativamente, de 1 a 10 milisegundos.
En momentos de confinamiento, hemos visto que el uso de datos se concentra en las redes fijas en vez de los datos móviles. Un hogar conectado con 5G podría tener mayor cantidad de dispositivos conectados al mismo tiempo y todos con mejor desempeño, puesto que 5G permite mayor capacidad de ancho de banda que las 4G.
—¿Habría casos de aceptación de las redes de quinta generación en algunos países sin que hayan existido eventos como los de Reino Unido?
—Sí y muy positivos. En relación con los mitos sobre el tema de salud, han habido declaraciones como las siguientes:
“Los límites estrictos y seguros de exposición a campos electromagnéticos recomendados por la Unión Europea aplican para todas las bandas de radiofrecuencia actualmente proyectadas para 5G”, dijo la Comisión Europea.
“Contrario a lo que se ha dicho, no hay efectos adversos a la salud comprobados que emanen de las radiofrecuencias que utiliza la red 5G”, dijo Agencia Australiana para la Seguridad Nuclear y Protección contra la Radiación.
—¿Cómo ha sido la distribución de infraestructura para construcción de redes 5G en otros países desde lo que pudiera considerarse como el día uno y hasta la fecha?
—Actualmente, en Ericsson ya tenemos redes 5G en 32 países. La manera en que se ha ido desplegando depende completamente de las circunstancias de cada nación: su geografía, la subasta de espectro, la situación del mercado…
Algo importante a destacar es que el despliegue no es masivo desde un inicio. Las redes 5G comienzan a funcionar en lugares con mayor concentración de la población y uso de datos, y van ampliando su cobertura en la medida que los usuarios vayan demandando el servicio.
Aun así, se estima que el 5G sea la tecnología que más rápido se adopte en toda la historia de las telecomunicaciones. En Corea del Sur, por ejemplo, para que un millón de usuarios se conectaran a 4G, tomó 80 días, pero en el caso de 5G solamente tomó 69 días.