La difusión por parte del Ifetel de las nuevas medidas en materia de preponderancia que le impondrá a América Móvil-Telmex en telecomunicaciones, y a Televisa en radiodifusión, levantaron de inmediato ámpula a tal grado que muy posiblemente el caso termine en tribunales.
Pero más allá de esto, algunas de las medidas generan muchas dudas en términos de efectividad. En el caso de América Móvil (AMX), la más evidente es la separación funcional. Dado el tamaño de este jugador, que ocupa más del 66% de las telecomunicaciones del país, es claro que las medidas regulatorias especiales no le han causado dolor hasta ahora.
Los ingresos de AMX rondan casi los 300 mil millones de pesos. Esto es, sus ingresos y su participación de mercado en términos porcentuales prácticamente no se han visto afectados, lo que sigue provocando un sector concentrado en un solo jugador.
Sin embargo, tampoco se esperan los grandes resultados en esta medida, ya que de acuerdo a experiencias internacionales, como en Inglaterra, para operadores de este tamaño una separación funcional no es suficiente, se requiere una aplicación de medidas regulatorias estrictas, sobre todo en el acceso a su infraestructura, acompañada de una separación estructural, de lo contrario no se acabará con la alta concentración.
Por otra parte, el caso de Televisa impresionó, se esperaba que las medidas disminuyeran, dado que exitosamente se tiene ya un nuevo Grupo en el mercado, se regalan las señales de Televisa a la TV de Paga, y nadie ha presentado denuncia por incumplimientos de Televisa. En suma se trata de un mercado diversificado a través de nuevas plataformas y próximamente se tendrá una nueva cadena más.
El Ifetel sigue poniéndose una venda en los ojos, al querer aplicar medidas al parejo, cuando el tamaño de un jugador y otro, no es igual.