Están aquí y son sólidos los pronunciamientos contra la hasta ahora inexplicada decisión de 5 de los 7 comisionados del IFT para permitir a Joaquín Vargas, de MVS vender el bloque de 60Mhz de la banda de 2.5Ghz, al operador preponderante; pero la SCT de Gerardo Ruiz Esparza lanza opciones para el desarrollo de capacidad de transmisión y construcción de infraestructura pasiva.
La Subsecretaría de Comunicaciones a cargo de Edgar Olvera aún no conoce el expediente con que se aprobó esa venta, pero en principio da su voto de confianza a el IFT de Gabriel Contreras hizo correcto su trabajo. En caso de que no sea así, la SCT sólo podrá emitir una opinión en contra; le corresponderá en todo caso ampararse a los particulares que se sientan agraviados, ya sea AT&T que encabeza Kelly King, Telefónica de Carlos Morales o incluso Altan que comanda Eugenio Galdón. Y el poder legislativo podría llamar a cuentas a los comisionados si —como expusieron los “incómodos” Adolfo Cuevas y Adriana Labardini— se autorizó una concentración que rompe los parámetros constitucionales. En tanto, ayer el subsecretario Olvera inició con más de 500 solicitudes de arrendamiento de azoteas de edificios públicos en el muy flexible sistema de INDAABIN, con precios 75% por debajo de lo indicado por los estudios de mercado realizados por la SHCP de José Antonio Meade, a fin de facilitar la instalación de antenas y radiobases competidoras; y mañana Telecomm a cargo de Jorge Jauridini, inicia la consulta pública de hacia dónde desarrollar la nueva red troncal con la fibra óptica e infraestructura, aportada por la CFE, ahora a cargo de Jaime Hernández, y que llega al 97% de la población. Se hace camino al andar, pues.