2020.07.17
Vía Expansión
La “transformación digital” es la nueva cara de nuestra realidad tecnológica. Las medidas de confinamiento han modificado muchos de los factores que sirvieron como sustento a las premisas de digitalización y adopción tecnológica con las que los usuarios alrededor del mundo y la mayoría de las organizaciones del sector público y privado han operado.
Por ello, hoy resulta indispensable revisar y repensar los supuestos y roadmaps tecnológicos que están captando nuestra atención y presupuestos:
– En términos de los usuarios, en esta “nueva normalidad” debemos estar preparados para “cuarentenas cíclicas”. Esta premisa marca una tendencia, tanto en el sector público como privado, por establecer modelos permanentes de home-office y esquemas más robustos de e-Government y de e-Commerce.
– En materia de información, observamos una tendencia al alza en los esfuerzos de prevención de riesgos.
Ciertamente, en México rebasamos la masa crítica de conectividad y adopción de tecnologías para la accesibilidad (de acuerdo con el INEGI, más de tres cuartas partes de la población tiene acceso a Internet y telefonía celular), condición que nos permite sustentar esfuerzos de transformación digital en respuesta a estas tendencias.
Hoy, la “multiexeperiencia de usuario” se perfila como la principal aproximación que marcará esta nueva generación de transformación digital, ya que sustituye la necesidad de personas con conocimiento de tecnología con tecnología con conocimiento de personas, permitiendo reducir tiempos de aprendizaje al ofrecer experiencias más atractivas, entrega de productos y servicios totalmente en línea, así como esquemas contactless para interactuar de manera presencial.
En este sentido, es importante comprender que una aproximación multiexperiencia requiere de ciertas condiciones que deben existir al hacer un replanteamiento estratégico:
– Reconocer que el Internet dejó de ser un lujo y ahora es una necesidad básica, así que la oferta que planteen en los próximos meses los principales ISPs y carriers de México será de gran relevancia.
– Identidad digital federada, un medio de identificación y autenticación personal, permanente, privado y portable hacia cualquier ámbito de actividad digital, laboral o personal.
– Espacios laborales y personales compartidos, tanto a nivel físico como para los dispositivos y aplicativos. El autoservicio y otros esquemas comenzarán a dominar la escena, desplazando responsabilidades hacia el usuario para el cuidado y actualización de su propia información y dispositivos.
Al replantear estas premisas de transformación digital resulta necesario considerar que, las estrategias de inversión de capital que están cobrando mayor fuerza, son aquellas que se concentran en el core business de las organizaciones, con casos de negocio que abren la posibilidad a múltiples esquemas de monetización.
En cuanto al resto de la infraestructura y aplicativos, hay una preferencia por canalizar hacia un gasto operativo a través de servicios administrados, tipo IaaS (Infrastructure as a Service), PaaS (Platform as a Service) o SaaS (Software as a Service).
Todo lo anterior tendrá el impacto correspondiente en los modelos de negocio, al grado de plantear nuevas mezclas de touchpoints digitales y presenciales para clientes. Asimismo, familias tecnológicas cuya adopción se perfilaba para un mediano plazo, como aquellas asociadas al blockchain, la hiperautomatización y la inteligencia artificial, comenzarán una fase de adopción acelerada.
En función de lo anterior, la figura de laboratorios abiertos de tecnología será el esquema idóneo para acompañar las nuevas estrategias de transformación digital, ya que, a diferencia de las aceleradoras, representan un menor riesgo, aportan un grado equivalente de innovación, pero con mayor experiencia y operan a menor costo y con una integración vertical más robusta.
Adicionalmente, es necesario contemplar nuevos esquemas de infraestructura compartida, comenzando por sandboxes y hasta avanzados centros de cómputo, no sólo bajo esquemas tipo edge, sino también a través de redes distribuidas que permitan compartir recursos de manera más eficiente y económica.
Por último, ante la creciente democratización tecnológica, tomar parte en los procesos de definición y adopción de estándares abiertos y especificaciones puede convertirse en factor decisivo hacia la supervivencia de nuestra organización.
Todas estas condiciones se pueden lograr en México, al menos en muchos de los sectores clave de la economía nacional. No obstante, además de una evidente necesidad de convergencia de voluntades en los distintos ámbitos, temas como los derechos humanos, la transparencia y la trazabilidad deben permanecer por encima de estas condiciones.