Vía BBC
¿Por qué hay tanto alboroto con la guerra de los chips si, a final de cuentas, es solo otra batalla comercial entre Estados Unidos y China?, preguntaba alguien el otro día.
Lo que no sabía, es que el país que domine la industria de los semiconductores prácticamente tendrá la economía internacional en sus manos.
Los chips son el alma de la economía moderna y el cerebro de todos los sistemas electrónicos de productos de consumo masivo como autos, teléfonos o computadores, hasta aviones de combate.
“La industria militar se ha vuelto cada vez más dependiente de los semiconductores avanzados para sistemas computacionales, sensores, y capacidad de comunicarse”, dice en diálogo con BBC Mundo Chris Miller, profesor asociado de Historia Internacional de la Universidad Tufts (Massachusetts), especializado en asuntos económicos, tecnológicos y políticos.
Los semiconductores también son la fuerza impulsora detrás de las innovaciones que revolucionarán la manera en que vivimos, como la inteligencia artificial y la computación cuántica.
Si bien Estados Unidos sigue siendo líder en el diseño de chips, la mayor parte de la fabricación se hace en el extranjero. De hecho, la mayoría de los chips tecnológicamente más avanzados se fabrican en Taiwán.
Y como en los últimos años ha aumentado la tensión política sobre la posibilidad de que China decida invadir la isla, también ha crecido la preocupación en EE.UU. por la vulnerabilidad del suministro de semiconductores.
Además, cuando la pandemia provocó cortes en las cadenas de suministro y las empresas comprendieron que, pese a tener costos bajos, no podían depender exclusivamente de China, comenzaron a mirar hacia otros países con la idea de relocalizar sus operaciones.
“¿Y por qué no en México?”, dice Chris Miller.
Muchas firmas han comenzado a instalarse en otros países asiáticos, pero México también está en la carrera por atraer esas inversiones.
“Hay una gran oportunidad para México”, argumenta en esta entrevista con BBC Mundo el autor de libros como “La guerra de los chips”.
Hablemos de México. ¿Cuál es el rol que puede jugar este país en medio de esta guerra de los semiconductores que existe en Estados Unidos y China?
Hay muchas partes en el proceso de fabricación de los semiconductores. Tienes el diseño, la producción de herramientas, la fabricación misma de los chips, el empaquetado antes de ser enviados al consumidor final. Ningún país se enfoca particularmente en todas las fases.
México puede jugar un rol importante en el ensamblaje y empaquetado. El país ya tiene desarrollada la industria del ensamblaje en el sector automotriz o en el de los dispositivos médicos.
Por eso México puede expandir esa ventaja hacia las industrias de ensamblaje y empaquetado de chips.
¿Que dicen las empresas que fabrican semiconductores?
Si escuchas a las empresas tecnológicas manufactureras, su interés está en rebalancear su cadena de suministros para no ser tan dependientes del Este asiático.
Actualmente, la mayor parte del ensamblaje y empaquetado de la industria de los chips se hace en el Este asiático, en países como China y Taiwán.
Hay muchas empresas que desearían ver más ensamblaje y empaquetado de chips en América del Norte.
Pero hasta ahora no ha pasado…
Hasta ahora no ha pasado. Creo que México tiene la geografía, la base industrial, la estructura de costos para hacer viable el ensamblaje y el empaquetado.
¿Incluso aunque no forme parte de los paises que se destacan por fabricar tecnología avanzada?
Es que los semiconductores son tecnología avanzada, pero requieren la manufactura y es en esa parte donde México tiene ventajas.
Además de autos y dispositivos médicos, en México también se ensamblan servidores y computadores.
Como las empresas están buscando un cambio en la cadena de suministro fuera de China, se van a necesitar más computadores y servidores ensamblados en México en el futuro. Todos esos productos necesitan semiconductores.
Entonces, no creo que sea correcto decir que México no tiene la base tecnológica para sumarse al cambio. Hay varias industrias que usan muchos semiconductores y que estarían muy entusiasmadas con ver que México juega un rol mayor en el ensamblaje y embalaje.
¿Cómo México va a atraer las inversiones de las firmas manufactureras de la industria de los chips si no tiene un plan específicamente diseñado para lograr ese objetivo?
México necesita hacer más en el desarrollo de una estrategia. Finalmente las empresas van a tomar decisiones de inversión motivadas por una lógica de negocio, pero el gobierno puede ayudar, asegurándose de que los incentivos tributarios sean diseñados de la mejor manera posible para que sean atractivos para las compañías.
Los segundo es que el gobierno puede ayudar asegurándose de que las empresas tengan el abastecimiento eléctrico, el agua y la energía limpia que se necesita para atraer inversiones de largo plazo.
Y lo último, probablemente la parte más importante, es que exista un ecosistema lo suficientemente extenso para el desarrollo de economías de escala que reduzcan los costos, como lo han hecho China, Vietnam o Taiwán.
México lo tiene en ciertas industrias como la automotriz, pero no lo tiene en industrias de semiconductores o en la producción de ciertos componentes electrónicos.
El gobierno puede hacer más para que las empresas se den cuenta de que hay interés en el desarrollo de esta industria y en resolver los problemas que enfrentan las empresas. Mientras más inversiones puedas atraer, más interés habrá en el futuro para que lleguen nuevas inversiones.
En medio de esta guerra de chips entre Estados Unidos y China, ¿usted diría entonces que México tiene una gran oportunidad comercial?
Sí, hay una gran oportunidad para México. Y la oportunidad no solo tiene que ver con la carrera por los semiconductores entre EE.UU. y China, creo que cada empresa multinacional que está en China está evaluando qué hacer con su manufactura.
No son solo las empresas estadounidenses, también lo están haciendo empresas japonesas, coreanas, taiwanesas, interesadas en cambiar su producción manufacturera hacia otros países.
En las últimas dos décadas México ha perdido oportunidades porque muchas empresas se han instalado en China, pero esa era se acabó.
Ahora hay una carrera entre el sureste asiático y México por atraer a las empresas que van a salir de China. Es una de esas oportunidades que existen una sola vez en una generación.
¿Qué beneficios puede conseguir México si logra ingresar a la cadena de suministro de los semiconductores?
La creación de puestos de trabajo de alta calidad y bien pagados y que son relativamente de tecnología avanzada. Por algo todos los países tratan de competir por atraer esas inversiones.
La industria de los semiconductores puede tener un impacto en el crecimiento económico del país. Los chips tienen alto valor agregado, es tecnología avanzada.
Ciertamente una cadena de suministros focalizada en América del Norte sería menos vulnerable a potenciales perturbaciones.
A medida que sube la tensión entre China y Taiwán, hay una mayor preocupación de parte de las grandes empresas.
¿Qué desafíos enfrenta México para entrar al juego?
El principal desafío que enfrenta México es que hay muchos países compitiendo por atraer inversiones para la industria de los semiconductores, incluyendo algunos países que tienen desarrollados grandes ecosistemas electrónicos y que están más focalizados en atraer las inversiones que están saliendo o van a salir de China.
El gobierno mexicano tiene que ser más estratégico en atraer empresas y tiene que demostrar que el país es el lugar correcto para este tipo de industrias.
¿Es posible que el país lo consiga?
Es posible que México pase a jugar un rol más importante en las cadenas de suministro electrónico, pero no soy experto en política mexicana.