2018-09-11
El Instituto Federal de Telecomunicaciones se creó hace cinco años, junto con la reforma constitucional que dio vida a la reforma económica más acabada de los últimos tiempos, y que en los hechos significó la apertura en la radio, televisión y telefonía.
El IFT habrá tenido decisiones controvertidas, pero, a cinco años de distancia, el balance es positivo: Se cumplieron los plazos y medidas planteadas por la Constitución.
ABRIERON RADIO, TV Y TELEFONÍA Y BAJARON COSTOS DE CELULAR
Recordemos. Se impusieron medidas asimétricas a los agentes predominantes, en telefonía al de Telcel-Telmex, en televisión a Televisa.
Y se han revisado las medidas para hacerlas más rigurosas. También se abrió el mercado de telefonía, con la llegada de AT&T, pero también con la apertura al proyecto de Red Compartida. Se abrió el mercado de televisión abierta con la llegada de Imagen Televisión, así como canales de TV regionales, como el de Milenio en la Ciudad de México. Y se abrió la radio, donde, por primera vez, se licitaron frecuencias para estaciones de AM y FM, incluso en dos rondas.
Sin embargo, a cinco años de esta reforma y siendo el IFT un organismo autónomo que ha podido llevar al pie de la letra la apertura de telecomunicaciones, bajando el cobro de la telefonía celular y haciendo más accesible el internet, bueno, pues en lugar de estar pensando en su fortalecimiento, lamentablemente, vemos una preocupación principal, la de sus salarios.
EL RIESGO DE LA CAPTURA DEL REGULADOR
Su personal es especializado, se enfrenta a poderes fácticos, tiene presiones normales de una agenda de apertura que se conoce, pero ahora está el temor de que si bajan todos los salarios del sector público, podría tener salidas indeseadas.
En el Congreso, y a petición del presidente electo, López Obrador, se ha desempolvado una iniciativa que tenía siete años en la congeladora, donde ningún funcionario público podrá ganar más que el Presidente. Y cuidado, no se quiere que los funcionarios públicos sean millonarios, sino que ganen decorosamente, según su especialidad y para soportar las presiones de los regulados.
Y SON TODOS: IFT, COFECE, CNH, BANXICO…
Aquí es el caso del IFT porque cumple cinco años. Pero también el de la Comisión Federal de Competencia Económica, el de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, el del Banco de México y el de la banca de desarrollo.
Desde luego, se tienen que eliminar aquellas prestaciones faraónicas, pero querer bajar de más los salarios de los organismos autónomos sería un error. Podrían caer en lo que en literatura especializada le llaman la captura del regulador, donde los regulados pueden presionar lo suficiente (incluso, corromper) a los organismos reguladores si sus funcionarios no cuentan con los sustentos económicos y ético-laborales para soportar los cañonazos, sean los que fueren. Ésta es la principal preocupación que hoy existe en todos los organismos autónomos, el tema salarial.
SI 40% DE INVERSIÓN PROVIENE DE PROMÉXICO, ¿LO QUITAMOS?
El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, defendió la existencia de ProMéxico, arrojando un dato duro: el 40% de la Inversión Extranjera Directa que ha llegado al país en los últimos años.
Es un dato corroborable: Cada empresa que invierte en México, y fue invitada por ProMéxico, hace una carta agradeciendo las gestiones de este organismo. Una cuestión distinta es la subsecretaría de Comercio Exterior, a cargo de Juan Carlos Baker, quien negocia y revisa los acuerdos, y otra es el encargado de ir por las inversiones y traerlas al país, como es el director de ProMéxico, Paulo Carreño. Incluso, vale la pena recordar que todos los países de la OCDE tienen una agencia de promoción de inversiones.
Graciela Márquez, quien será la nueva secretaria de Economía, revisa el tema. Todavía están en los procesos y análisis de transición. Márquez ha tomado en serio la transición y revisa la Secretaría de Economía que, por cierto, ha funcionado bien. Eso sí, en algún momento, Marcelo Ebrard, quien será el canciller, sí dijo que ProMéxico podría ir a la cancillería o desaparecer, con la intención de que la Secretaría de Relaciones Exteriores se quedara con dichas funciones, absorbiendo a ProMéxico o desapareciéndolo. Lo cierto: Sería una mala señal desaparecer un organismo que ha traído el 40% de la Inversión Extranjera Directa.