Julio Brito A. | La Crónica | 10 de Septiembre 2015
* Ifetel se mueve a paso muy lento * Zeta Gas, en escándalo de Guatemala * Mario Fuentes, bajo mirada de Hacienda
En el Instituto Federal de Telecomunicaciones se mueve a paso lento las inquietudes de algunos operadores y ante temas relevantes del sector de telecomunicaciones, mientras que con otros mantiene una preocupante actitud.
Desde que el Ifetel empezó a ejercer sus actividades, no ha dado muestra de un freno real al preponderante en telecomunicaciones: América Móvil, dejándole mantener su status quo, mientras que se limita a sus competidores. Una muestra de ello es que el Ifetel, después de años sin hacer nada al respecto, apenas en agosto inició una investigación para determinar si Telmex brinda o no video a través de UNO TV, Claro Video, así como en torno a su concentración irregular con Dish.
Así, mientras Telmex juega con los precios y se come al mercado agregando servicios como los de video, mismo que no tiene permitido, el Ifetel se aceleró con la investigación de si existe o no poder sustancial en el mercado de audio y video asociado, sin considerar que en él participa Telmex.
Sería lamentable que el regulador frenara al único competidor de triple play que, gracias a su inversión y ofertas innovadoras, ha conseguido que bajen los precios de servicio de telefonía e internet en el país.
Si se quieren mejores resultados, la solución sería que el Ifetel dejara competir a los chicos con el grandote, para generar mejores precios y servicios para el consumidor. Esa debería ser realmente su preocupación.
ESCáNDALO. Grupo Zeta Gas, que dirige Miguel Zaragoza y es una empresa relevante en Guatemala, cruza por una situación muy delicada a raíz del encarcelamiento del presidente Otto Pérez Molina, quien actualmente está en la cárcel por posibles actos de corrupción. Resulta que el nieto del dueño de Zeta Gas, Mario Fuentes Zaragoza, que dirige la operación en aquel país, está bajo la mira del gobierno porque se descubrió una serie de movimiento que daña la Hacienda Pública, motivo por el que se teme podría ser coacusado con el ex presidente.
Resulta que a través de la terminal en Puerto Quetzal en Guatemala se distribuye el gas LP al resto de Centroamérica, a lugares tales como El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y Belice, en donde Grupo Zeta Gas distribuye gas LP. Bajo el gobierno de Álvaro Colon cuando llegaba cada barco con gas LP se tenían que pagar los impuestos de “internación” con base en los galones o toneladas que se descargaban. Por cada barco con 22 mil toneladas, equivalentes a 11 millones de galones, se pagaba 1.75 dólares por galón, lo que equivalía a 3,465,000 dólares de impuestos por cada barco.
Del producto que no se quedaba para consumirse en Guatemala, con los documentos de exportación, se reclamaba la devolución de los impuestos, un trámite semejante al que se lleva a cabo en el Duty Free de los aeropuertos. Por el volumen de gas LP que salía del país se acumulaban adeudos de parte del gobierno cercanos a 5.5 millones de dólares mensuales, multiplicados por 9 meses de retraso, nos da una deuda de 49.6 millones de dólares.
Mario Fuentes Zaragoza comenzó a negociar con el gobierno con el objetivo de obtener lo más rápido posible las devoluciones, lo cual puede parecer normal. Sin embargo, bajo la administración de Otto Pérez Molina, las negociaciones se hacían en la casa de Mario Fuentes. Las investigaciones giran en torno a la presunción de corrupción y tráfico de influencia, al permitir la expansión de almacenamiento de la terminal, la subfacturación del producto al llegar a Guatemala, la sobrefacturación del producto al salir de Guatemala y el pago anticipado de los adeudos con Hacienda.