2020.03.03
Vía La Crónica de Hoy
En medio de la crisis provocada por el brote del Covid-19 y con el propósito de asegurar la continuidad en la provisión de servicios críticos de telecomunicaciones y radiodifusión, los expertos de este sector recomiendan un esfuerzo cooperativo en el que autoridades regulatorias y administrativas (federales, locales y municipales) generen condiciones especiales y temporales para que los proveedores de los servicios de telecomunicaciones y radiodifusión, cumplam lo mejor posible la tarea que la sociedad espera de ellos: mantener conectados e informados a todos.
Es necesario, además, considerar medidas temporales como la suspensión del cobro del IEPS del 3%, el cual ha encarecido los servicios de telecomunicaciones en detrimento de los usuarios. En este esfuerzo, además de la posibilidad de reducir las cuotas por el uso del espectro, podrían considerarse también medidas temporales como la suspensión del cobro del IEPS del 3 por ciento, el cual ha encarecido los servicios de telecomunicaciones en detrimento de los usuarios. De acuerdo con la firma de la consultoría estratégica The Competitive Intelligence Unit (CIU), si bien en México, el Instituto Federal de Telecomunicaciones ha avanzado en aspectos como suspensión de plazos y trámites que no resultan indispensables durante el tiempo que dure la pandemia, resultaría significativo que en coordinación con otras autoridades se decida a implementar mecanismos adicionales, como los aquí señalados, para coadyuvar de manera decidida a la continuidad de los servicios de telecomunicaciones y radiodifusión.
SHCP con licencia para emitir deuda. Bajo la contingencia sanitaria que enfrenta el país, el Poder Legislativo ha tomado varios pasos para que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a cargo de Arturo Herrera, cuente con las herramientas necesarias para impulsar la economía durante y después de la emergencia económica.
Platiqué con Mario Delgado, coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, y me explicó que con la modificación a la Ley de Deuda Pública, se abrió la puerta para que, en ejercicios fiscales en donde se establece un superávit primario y se enfrente una situación inédita, sea posible no respetar el superávit primario o, incluso, incurrir en déficit.
Lo importante, comentó Delgado, es que dichos recursos se dirijan al blindaje de la economía. Ahora, el nuevo escenario hace que se espere una caída desde la actividad económica y sería un contrasentido que el gobierno mantuviera un superávit primario cuando lo más urgente sería que utilizara esos recursos para disminuir ese impacto en la economía real, para apuntalar el empleo, la actividad productiva y proteger la salud de los mexicanos.
Pero tenemos una caída en el PIB, cómo se lograría un superávit, cómo se lograría el supuesto de 180 mil millones de pesos, el monto que los diputados aprobaron para invertir en el sector salud en medio de la emergencia sanitaria.
Si bien los legisladores de Morena consideraron, hasta hace algunos días, que el gobierno tiene un escudo bastante fuerte con finanzas públicas sólidas porque tenemos un gobierno ordenado, porque no gasta más de lo que tiene, porque el año pasado cumplió su meta de superávit de 1% y porque disminuyó el endeudamiento, las condiciones han cambiado. Este año, además, se cuenta con los recursos del fondo de estabilización de los petroleros. Delgado asegura que si bien el barril de petróleo se fue por debajo de 20 dólares, con las coberturas petroleras está cubierta buena parte de los ingresos por la exportación de hidrocarburos, con un tipo de cambio libre, reservas por más de 190 mil millones de dolares, una línea de crédito emergente con el FMI por otros 60 mil millones de dólares.
Sin embargo, se van a requerir más recursos para la economía real, tomando en cuenta que vamos a tener un impacto en el PIB una vez que arranquen las medidas de restricción y que generarán un impacto económico en las empresas, en los trabajadores. En esta etapa serán indispensables programas para proteger el empleo y evitar que se destruyan muchas pequeñas y medianas empresas.
—¿Sera necesario emitir deuda? — pregunto a Mario Delgado en entrevista.
El legislador considera que si hay un impacto en el PIB, como ya lo señalan algunos analistas, el gobierno tendrá que salir a apoyar al sector productivo. México no puede echar andar un programa del tamaño que se propone en Estados Unidos, o en Francia, para proteger empleos y empresas, pero México dentro de sus posibilidades, de sus finanzas, tendrá que acelerar el gasto de inversión y, sobre todo, a aquellas que están vinculadas con insumos y empresas nacionales.
¿Es mala la deuda? ¿Qué tan rápido se puede hacer? “La iniciativa que presentó Delgado y que fue aprobada en la Cámara de Diputados da una ventana de oportunidad importante. El superávit primario esperado para este año es de 0.7% del PIB, 180 mil millones de pesos. De aprobarse esta iniciativa y que el gobierno optara por usar estos mecanismos, le liberaría al gobierno la presión de lograr ese superávit y reduciría la tensión fiscal, sobre todo para la segunda mitad del año, que es cuando podría verse el impacto en la economía real y un posible impacto en las finanzas públicas”, explicó Delgado.
Y concluye: “ La prudencia que ha tenido el gobierno mexicano, de AMLO, precisamente le abre el espacio, le abre el margen para poder eventualmente utilizar deuda orientada a disminuir el impacto en la economía real, a disminuir el impacto en el PIB de México y salvar la economía”.