vía El Economista.
Un informe de la GSMA indica que al menos cinco millones de personas en México no han podido acceder a la experiencia de navegación 4G-LTE, debido a las cargas impositivas por uso de espectro que el Estado impone a los operadores y la dificultad que enfrentan éstos para crecer sus coberturas.
Alrededor de cinco millones de mexicanos no cuentan con un acceso digno a Internet, a través de redes de cuarta generación (4G-LTE), a causa de la alta carga impositiva que han dispuesto la Secretaría de Hacienda y la Cámara de Diputados para la explotación de frecuencias radioeléctricas en servicios comerciales.
En México es la Secretaría de Hacienda y Crédito Público la entidad que tasa el valor el de cada banda de espectro radioeléctrico, en tanto que la Cámara de Diputados es quien valida las propuestas de la Secretaría de Hacienda y las hace oficiales en la Ley Federal de Derechos (LFD), dentro del Paquete Económico que discute y aprueba durante el segundo semestre de cada año y para ejercer en el siguiente ciclo.
Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) del año 2019 indica que del dinero total que las empresas de telecomunicaciones pagan al Estado mexicano por usar espectro, entre el 70 y el 92% corresponde solamente a los pagos anuales por esa explotación de frecuencias.
La organización GSMA indicó que debido a esos elevados pagos de derechos, las empresas prestadoras de servicios como telefonía e Internet móviles tienen mayores retos para desplegar coberturas y paquetes asequibles y con mejores capacidades de navegación para el consumidor final.
GSMA aseguró que si el Estado mexicano situara la carga impositiva al nivel del promedio internacional, entonces unos cinco millones de habitantes tendrían acceso a redes 4G-LTE y las velocidades de navegación en descarga y subida de datos serían hasta 30% más rápidas.
En un análisis propio, la GSMA escribió que los pagos anuales por la explotación de espectro representan en México hasta un 85% del costo total por usar frecuencias, en comparación con los niveles promedio de hasta 20% registrados en otros mercados de telecomunicaciones.
Para la GSMA la existencia de los altos costos que se pagan por las frecuencias y la misma evolución del mercado móvil ha derivado en devoluciones de espectro y licitaciones de frecuencias con bloques desiertos. Ahora mismo, dijo la organización, México es el único país de Latinoamérica donde la cantidad de espectro asignado para servicios móviles disminuye y a contrasentido del crecimiento de la demanda de datos por usuario.
La cantidad de espectro actualmente asignado en México es inferior a los 500 Megahertz. La cifra está por debajo de los requerimientos de espectro recomendado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), de 1,720 MHz, y por debajo también del promedio de los países de la OCDE, de 1,276 Megahertz.
“La alta proporción de los derechos anuales en relación con los pagos iniciales, sumado al hecho de ser ajustados anualmente por el Congreso, genera una incertidumbre que impacta negativamente en toda industria de capital intensivo. En los últimos cinco años, los ingresos promedio del sector móvil disminuyeron y los derechos anuales, por el contrario, aumentaron por sobre los niveles de inflación”, dijo la GSMA.
Los datos de la GSMA son coincidentes con un informe de la firma de consultoría Telconomia para el segundo trimestre del 2022. La consultora indicó que la inflación restó 3.0% del valor de los ingresos de las compañías celulares en México entre los meses de abril y julio pasados. México tuvo una inflación de 7.77% para el segundo trimestre del año.
La industria mexicana de telecomunicaciones móviles registró en su conjunto una facturación de 80,293.6 millones de pesos durante el segundo trimestre de 2022. El dato representa un crecimiento de 5.0% frente a la facturación de hace un año, pero es también un impacto de 3.0% al valor de los ingresos por la inflación.
“Los precios del espectro en México han causado la tormenta perfecta: una situación en la que todos pierden. El gobierno recauda menos, los usuarios tienen una experiencia de menor calidad y los operadores ven limitada su capacidad de innovar y mejorar sus servicios (…) Una reducción de los costos es indispensable para acercar los beneficios de internet móvil al 40% de la población del país que aún no está conectada y evitar que México quede rezagado en el desarrollo del 5G”, dijo Lucas Gallitto, director para América Latina de GSMA.