2021.02.04
Vía América Economía
El Grupo Lauman, controlador de la empresa de telecomunicaciones Comtelsat y del periódico El Financiero, manifestó interés en hacerse con la propiedad de los canales Fox Sports, ahora en un periodo de desincorporación de 21st Century Fox tras la compra de esta compañía por The Walt Disney Company en 2019.
La compañía manifestó que explora la posibilidad de adquirir los activos de Fox Sports el 18 de enero pasado, durante una entrevista con funcionarios del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), ente que ordenó la desincorporación de estos canales para aprobar en México la concentración Disney-Fox.
En la entrevista con el IFT estuvo presente el empresario Manuel Arroyo, jefe de Grupo Lauman y quien durante los años 2014 y 2015 valoró también competir por una de las dos cadenas de televisión que se concursaron en México.
Su otra empresa, Comtelsat, cuenta con una autorización con vigencia al año 2024 para revender, por separado o en paquetes, servicios de video, voz y datos al público masivo de todo el país y ha realizado proyectos para la misma Fox Sports, ESPN y su canal de televisión El Financiero Bloomberg.
Manuel Arroyo estuvo acompañado de su directora financiera, Shani Mizrahi Villarruel, en la reunión con el IFT; de Carlos Martínez, su asesor de negocios, y por Francisco Serrano Orozco, asesor externo en materia legal del Grupo Lauman.
Grupo Lauman es ahora el nuevo interesado en adquirir los canales de Fox Sports y su nombre se suma a los de Mediapro, Prisa, AT&T, América Móvil, Multimedios y Televisa, como posibles interesados pero que ninguno ha conseguido hacerse con todos esos activos o en partes fraccionadas, durante los cinco plazos que el IFT ha permitido para que avance la venta de Fox Sports, el último, con vencimiento el jueves 4 de marzo de 2021.
El último plazo de dos meses adicionales fue concedido por el regulador por los efectos negativos que la pandemia de coronavirus ha causado al sector de telecomunicaciones.
Dos años de desincorporación malograda
En marzo de 2019, el Instituto Federal de Telecomunicaciones validó a The Walt Disney Company la compra de los activos de Twenty-First Century Fox en México, con una serie de condiciones que alcanzan todavía a los mercados de provisión y licenciamiento de contenidos audiovisuales en televisión restringida, y particularmente en cuanto a los derechos de transmisión de eventos deportivos.
Fue por esto que el IFT ordenó a Disney a desincorporar Fox Sports en un periodo máximo de seis meses y a no recontratar personal o recomprar ese negocio en al menos diez años, pero la desincorporación no ha sido lograda en dos años por factores como falta de interesados, negociaciones malogradas y por el estado de la economía mexicana y la propia dinámica del negocio del entretenimiento.
El regulador mexicano encontró en marzo del 2019 que la fusión Disney-Fox traería riesgos a la competencia en la provisión y licenciamiento de canales de TV de paga, en las categorías de contenido de “deportes” y los llamados programas “fácticos”, aquellos sobre contenidos culturales, documentales y realities, entre otros.
Según el IFT, en cuanto lo que cabe a los programas fácticos, la combinación de Disney con Fox daría lugar a un agente con una participación del 40% de la audiencia, pues esa misma entidad ofrecería al público mexicanos los canales A&E, History, H2 y Lifetime y National Geographic y Nat Geo Wild, y de esta manera pudieran darse las posibilidades que el nuevo agente se coordinara con el competidor Discovery para fijar conductas anticompetitivas que lastimen a las audiencias.
Fue así que el IFT determinó que los canales National Geographic y Nat Geo Wild se mantengan y comercialicen por separado de A&E, History, H2 y Lifetime.
En cuanto al licenciamiento de los contenidos audiovisuales en materia deportiva, el IFT observó que la concentración de Fox y Disney crearía un actor que controlaría el 80% de las audiencias y eso afectaría la oferta y los precios de los contenidos, y ello no podría ser contrarrestado por otros competidores.
El regulador ordenó entonces desincorporar todo el negocio relacionado con la provisión y licenciamiento de los canales deportivos Fox Sports.
“Incluye todos los activos necesarios para mantenerlo como un negocio viable e independiente de las partes en derechos de transmisión, contratos vigentes, bienes inmuebles, muebles, derechos de transmisión, entre otros”, dijo el regulador en aquella fecha.
El plazo para desincorporar Fox Sports fue de seis meses, prorrogables por un periodo igual con causas justificadas y en caso de no lograrse la venta a una tercera empresa en ese plazo, Fox Sports deberá constituirse a un fideicomiso con el mandato irrevocable de enajenar y/o liquidar el negocio.
Para llevar a cabo la desincorporación de Fox Sports, Disney y Fox tuvieron que nombrar un administrador independiente, un agente de desincorporaciones y un auditor independiente, y será el IFT quien verifique y valide al comprador y que éste no genere efectos adversos a la competencia.
Mazars LLP es el auditor independiente aprobado para la desincorporación de los activos de Fox Sports.
Disney y Fox tampoco pueden incrementar el número de canales deportivos en su oferta ni ofrecer contenidos que en los últimos tres años haya ofrecido en exclusiva Fox Sports, y deberán permitir al comprador el uso de la marca “Fox” para contenidos deportivos en TV de paga.
Por tratarse de una concentración de carácter internacional, esta operación fue analizada por reguladores en EUA, Chile, Brasil, la Unión Europea, entre otros.
La concentración de The Walt Disney Company con Twenty-First Century Fox significó una compraventa de US$71.300 millones.
La operación se originó en 2019 un momento en que en México el operador más grande de telecomunicaciones del país, América Móvil, había solicitado una habilitación para incursionar en el mercado de la televisión y video, mientras que AT&T solicitó un permiso para experimentar la distribución de productos de video a través de la banda de espectro de 3.4 GHz y con tecnología 5G y cuando esta misma empresa baraja vender su 41% de participación en el sistema de televisión Sky de Televisa.