2017-11-24
“Esta visita responde a la situación de crisis que vive la prensa en México, del incremento exponencial de la violencia desde la última visita de los organismos en 2010”, dijo oficial del programa de Protección y Defensa de Artículo 19.
Expertos internacionales en libertad de expresión visitarán la próxima semana México, que en los últimos años se ha convertido en uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, con 111 profesionales asesinados en 17 años.
Los relatores especiales David Kaye y Edison Lanz, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), respectivamente, extenderán su estancia en el país hasta la primera semana de diciembre, dijo la ONU en un comunicado.
“Esta visita responde a la situación de crisis que vive la prensa en México, del incremento exponencial de la violencia desde la última visita de los organismos en 2010”, dijo Leopoldo Maldonado, oficial del programa de Protección y Defensa de Artículo 19, una organización independiente que promueve el derecho a la libertad de expresión a nivel internacional.
“Durante este sexenio se ha registrado un incremento también en las agresiones (…) vemos que las medidas que se han tomado desde el estado mexicano para proteger periodistas no han sido suficientes”, agregó.
Durante su visita, los relatores se reunirán con representantes del Gobierno, con periodistas y organizaciones civiles de estados golpeados por la violencia como Guerrero, Veracruz, Tamaulipas y Sinaloa, así como de Ciudad de México.
En 10 meses, 11 periodistas fueron asesinados en México. En casi cinco años de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, las víctimas suman 38, de acuerdo a Artículo 19.
Hasta junio, el organismo documentó 276 agresiones físicas y materiales contra periodistas, amenazas, intimidaciones e intervención de comunicaciones, entre otras.
En junio, varias organizaciones de activistas y periodistas denunciaron que 16 personas fueron espiadas por autoridades federales a través del programa informático creado en Israel que se instaló en sus teléfonos inteligentes. El Gobierno de Peña dijo que investigarían los casos.