vía El Economista.
El uso de datos personales y la protección a la privacidad han cobrado fuerza en años recientes. Existe una preocupación por el trato que se le da a nuestra información. Y en el caso de los celulares, no es la excepción.
Les cuento una anécdota: era diciembre de 2021, me encontraba escogiendo regalos de Navidad para mi familia. Días antes, mi mamá había visto un reloj que le gustó, pero no compró, yo le tomé una foto para saber cuál era. Entonces, en el momento de hacer mis compras navideñas, fui directo a la tienda y lo compré.
No consulté en internet nada… ni precio, ni reseñas de la marca, ni puntos de venta, ni sus redes sociales … nada. Ni siquiera me llegó la notificación de Google Maps para escribir una reseña sobre la tienda que visité. Después del intercambio de regalos, mi mamá y yo estuvimos platicando sobre el reloj, si le había quedado bien, etcétera. Como por arte de magia empezaron a aparecer en mi perfil de Facebook, anuncios justo de esa marca de relojes. ¿Les ha pasado? ¡No es casualidad!
Para los que nos dedicamos al marketing digital, esto es maravilloso: obtenemos más información del consumidor; adicional a su historial de navegación, los lugares que visitó físicamente, los perfiles que siguen, el idioma que habla y más. Todos estos datos nos ayudan a perfilar una audiencia con base en sus características e intereses y mostrarle publicidad personalizada. Sin embargo, desde el punto de vista de un ser humano promedio, el hecho que los celulares “nos escuchen” vulnera la privacidad.
Hoy en día, muchas de las aplicaciones que usamos regularmente necesitan el micrófono. Por ejemplo WhatsApp, Telegram o Messenger para enviar mensajes de voz, Skype o Zoom para llamadas de voz y/o video, Google y Google Maps para buscar algo sin tener que escribir. Como usuarios de estos servicios, podemos escoger qué app tendrá acceso a nuestro micrófono y cuáles no.
¿Cómo evitar que tu celular te escuche cuando tú no quieres?
El proceso varía un poco si se trata del sistema operativo Android o iOS.
Para el caso de teléfonos con Android, sigue estos pasos:
- Ajustes o configuración (generalmente se identifica por un engrane)
- Administrador de permisos
- Aparecerá una lista de todas las aplicaciones a las que dimos una autorización: calendario, cámara, contactos, llamadas. Dentro de estas, se encuentra el micrófono.
- Al tocar el micrófono para ver la lista de aplicaciones que lo están usando, podemos escoger cuáles sí tendrán acceso, cuáles no y además si sólo es durante el uso de la app o de manera permanente.
Para los celulares iPhone, que utilizan iOS, las instrucciones son:
- Configuración o ajustes
- Privacidad
- Micrófono. Al igual que en el caso anterior, escogemos las aplicaciones que deseamos que tengan acceso a nuestro micrófono, es decir, a escucharnos y a cuáles les revocamos el permiso.
Sólo ten cuidado de no retirar autorización a una aplicación que sí lo vaya a necesitar, por ejemplo, la cámara para grabar videos. Y de todas maneras, este proceso es reversible.
