Hugo González Vía Cuarto Poder
Aún recuerdo enero de 2019 cuando el entonces presidente del Inegi hizo un panchote por la reducción de su presupuesto. Decía (o amenazaba) que muchos de los ejercicios estadísticos del país estaban en riesgo. Uno de esos ejercicios era la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH). Finalmente, la encuesta se sigue realizando y sigue ayudando, aunque ya no tanto.
Hace unas semanas en este mismo espacio te comenté sobre la brecha de usabilidad que hay en México. Cada vez más personas tienen conexión a internet, pero también cada vez más personas manifiestan su desinterés por conectarse.
Esto puede ser consecuencia de la falta de soluciones, aplicaciones o servicios que faciliten la vida de la población. Según la ENDUTIH hay 93.1 millones de usuarios de internet, pero entre los mayores de 55 años solo el 47% se conecta a internet.
Pero el dato que más evidencia esa brecha de usabilidad es que, la mayoría de los internautas usa su internet para mensajería instantánea (91%) y redes sociales (78.6%) pero sólo 32% los emplean para comprar y 28% para acceder a banca móvil. La gente sigue usando internet para comunicarse y para entretenerse, no para beneficiarse.
No es culpa de nadie, solo es que el ecosistema no ha podido convencer a gran parte de la sociedad sobre la utilidad y necesidad de conectarse a internet. Pero ¿qué le interesa? ¿qué le gusta, qué no entiende, qué herramientas necesita, qué le falta a la población para encontrarle utilidad a internet?
Creo que hay muy poca información que ayude al ecosistema a encontrar esas respuestas. Coincido con el Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (Idet) al decir que la ENDUTIH se está quedando corta en sus alcances. “Carece de métricas acerca de la economía digital, su desarrollo y aprovechamiento, hábitos de uso de internet y ciberseguridad, calidad y satisfacción en la provisión de los servicios de conectividad”.
Suscribo también que existe el riesgo de que la ENDUTIH se quede obsoleta y pierda su eficacia como instrumento para la generación de políticas públicas. Si no tenemos datos, no podemos encontrar esos productos y servicios que sean de utilidad para la población. Sin embargo, creo que, así como se hizo el esfuerzo para seguir levantando la encuesta, también se puede mejorar su diseño y encontrar información de mayor valor. Es por el bien de todos.
Gobierno y tecnología
Por cierto, hablando de servicios atractivos para la población, resulta interesante ver lo que están haciendo distintos gobiernos del país. Ayer se celebró en la Ciudad de México la edición 18 de la Cumbre de Gobierno y Tecnología de IDC y pude constatar que existen ideas, propuestas y casos de éxito, dignos de replicar. Cuando piensas en gobierno y tecnología de inmediato piensas en la prehistoria o la ineficiencia cuando no es así. Si bien existen retos en todos los niveles, desde los presupuestales hasta los de infraestructura, también hay retos de cultura, adopción y (otra vez) usabilidad.
No se necesita tener todo un sistema de atención ciudadana como el de cualquier país escandinavo, pues hasta un simple chatbot o un eficiente formulario de citas vía web, son una bendición para el ciudadano. Con ello se puede encontrar el beneficio de estar conectado.
Muy interesante todo el conocimiento que se desbordó en la cumbre de IDC, empresa que, por cierto, funge un papel muy importante para encontrar mecanismos de colaboración entre el sector público y privado.
Adiós marañas
Hablando de la colaboración entre gobiernos y empresas, me dio mucho gusto conocer el nuevo convenio para retirar cables en desuso. La Canieti y la Anatel, firmaron un convenio con la alcaldía Coyoacán para retirar todas esas marañas de cables que tal vez ya están muertos. No solo arruinan el paisaje urbano, sino que se convierten en un estorbo y a veces en un peligro para la población. No es el primer convenio pues se había firmado uno similar con otras alcaldías de la Ciudad de México, pero de ellos poco se sabe. Ojalá y que estas acciones cundan por todo el país pues, aunque todos queremos más y mejores telecomunicaciones, su infraestructura no debe instalarse al “ahí se va”. Amigos de la industria, no sean malhechos y fodongos.
BIT
Asistí a la presentación de Harness en México, la única plataforma de software de entrega de extremo a extremo. Resulta una aliada de los equipos de ingeniería a la hora de lanzar aplicaciones a producción pues lo hace más rápido y con más precisión. Harness es una plataforma de SDaaS (Desarrollo de Software como un servicio) basada en la nube con integración de IA y aprendizaje automático. Esto le permite detectar automáticamente fallas en la calidad y rendimiento de aplicaciones en sus distintas versiones. Se trata de una gran apuesta ante la alta demanda no satisfecha de talento especializado en México y en el mundo.