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Hacia 2025, las redes de telecomunicaciones 5G contarán con 4.4 mil millones de suscriptores alrededor del mundo, y para América Latina se estima que representará 44% de la penetración para 2027, indicaron Chafic Nassif, presidente para Latinoamérica y el Caribe de Ericsson, y Mónica Aspe, directora ejecutiva de AT&T México.
En el foro Transformación México 5G, organizado por AT&T México, se destacó que en muy diversos países, las redes 5G ya son una realidad, y que incluso las expectativas de Ericsson han sido superadas una vez que en la actualidad ya hay 600 millones de suscripciones en el orbe, cuando el cálculo original para estas fechas era de 300 millones, lo que implica que se duplicó.
Destacaron que 5G es el habilitador de la Industria 4.0, es decir, para concretar la cuarta revolución industrial luego de 250 años de preparación y cuya máxima expresión es la automatización al ciento por ciento, lo que “implica que es clave para el desarrollo futuro de los países, tanto en el impacto social como económico”, dijo Aspe.
Nassif comentó que en las redes 5G tendrán importantes impactos como en el caso de la economía, pues creará un mercado anual de 21 mil millones de dólares adicionales en los siguientes cinco años, lo que significa creación de nuevos empleos y muchos cambios en la industria como el de la energía y la minería, entre muchas otras, así como en la reducción de contaminantes.
Impactos
Nassif destacó que, entre los impactos positivos para la sociedad, resalta la posibilidad de cerrar a la brecha digital que en América Latina es muy importante, dado que 250 millones de personas aún no tiene conectividad en la región y, específicamente en México, 21% de la población vive en áreas rurales donde 50% de los habitantes no tiene acceso a internet.
De poder llevar Internet a esa población que no lo tiene, el impacto económico sería similar a entre el 5 a 6% del PIB”, dijo.
Mónica Aspe destacó que de la misma forma que 5G puede ayudar a cerrar la brecha, también la puede ensanchar, por lo que se debe hacer de manera correcta. Por lo anterior, Nassif coincidió con Aspe en el sentido de que el desarrollo de la nueva plataforma implica inversiones mucho más cuantiosas que las que requirió 4G, por lo que es necesario crear las condiciones para atraer la inversión, considerando aspectos como el costo de espectro radioeléctrico, el aspecto fiscal y las facilidades para el despliegue de la infraestructura.
Uno de los ejemplos que han permitido que el 90% de la población ya cuente con 5G es Taiwán, explicó Nassif, en donde los recursos recaudados por uso y aprovechamiento del espectro se destinarán a la industria, adquiriendo compromisos de cobertura.
Fernán Izquierdo, vicepresidente de Desarrollo de Negocios y Ventas para Empresas de Ericsson, comentó que entre los componentes de la industria 4.0 destacan el Internet de las Cosas, la analítica del Big Data, la nube, la robótica, la realidad aumentada, la impresión 3D, la Inteligencia Artificial y los simuladores.
Por José de J. Guadarrama