vía El Financiero.
El final del gobierno de la 4T va a estar marcado por la elección del Congreso, donde todo apunta que Joe Biden perderá el control, y la creación de un panel en el T-MEC.
EL FINAL DEL gobierno de la autollamada 4T va a estar marcado por dos eventos relevantes en relación con Estados Unidos.
La elección del Congreso, donde todo apunta que Joe Biden perderá el control, y la creación de un panel en el T-MEC que será una espada de Damocles sobre la economía mexicana con sanciones comerciales multimillonarias.
El choque de trenes entre la directora de la Oficina de Representación Comercial, Katherine Tai, y la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, se espera que inicie alrededor del 15 de noviembre.
Durará prácticamente todo lo que resta del año y de esta reinterpretación del tratado trilateral depende el futuro comercial y político de la relación entre México, Estados Unidos y también Canadá.
Si Buenrostro, respaldada por los secretarios de Energía y Relaciones Exteriores, Rocío Nahle y Marcelo Ebrard, no logran una buena negociación, la noche va a caer sobre la 4T y la economía mexicana.
Y es que las sanciones comerciales serán del orden de los 30 mil millones de dólares para las exportaciones nacionales, principalmente de frutas y verduras, como aguacate, tomates y berries.
El otro frente que puede ser desfavorable para el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y el futuro de la 4T, es la conformación del Congreso de los Estados Unidos.
Las casas encuestadoras y los grupos de análisis político en la Unión Americana apuntan a que el presidente Biden y los demócratas perderían el control de la Cámara de Representantes y también del Senado.
Durante esta ronda de elecciones se deberá elegir toda la Cámara de Representantes y 35 escaños en el Senado, y las huestes del Partido Demócrata no las traen todas consigo.
Un sondeo reciente de YouGov y el Centro de Investigación Pew indica que más de un tercio del país opina que la principal preocupación es la economía y cuatro quintas partes dicen que ésta será un factor clave para su decisión de voto.
Otra encuesta de Gallup publicada el 3 de octubre señala que el 51% de los adultos confía más en la economía de los republicanos, frente al 41% de los demócratas.
De los encuestados, el 63% dijo que votaría a los candidatos republicanos para la Cámara de Representantes y solo el 28% dijo que votaría por los demócratas.
Los mejores pronósticos para los republicanos indican que ganarán 224 escaños en la Cámara de Representantes, 11 posiciones más respecto al año 2020.
Los analistas más conservadores dicen que los republicanos tendrán más escaños que los demócratas, aunque el número específico es debatible, se cree 220 curules serán para los primeros.
Logran una mayoría de al menos 218 escaños en el 74% de los programas de simulación de elecciones. En todo caso esta será una de las elecciones intermedias más disputadas en la historia.
A los gobiernos de Mexico tradicionalmente les ha ido mejor con los republicanos que con los demócratas, pero los duros de la 4T podrían tensar tanto la relación que unan en su contra a gobierno y Congreso.
NO, AL PROCESO de venta de Banamex todavía le resta cuerda. Le confirmamos que el 20 de octubre Citi recibió dos ofertas vinculantes. La del grupo de Germán Larrea y la del grupo de Daniel Becker. Las propuestas están guardadas bajo siete llaves, aunque le podemos anticipar que no llegaron a los 10 mil millones de dólares. Ahora vienen varios pasos por delante. En paralelo a la preparación del contrato de adquisición de acciones, la parte vendedora abrirá más su data-room a dudas específicas de los compradores. Desde hace 11 días los equipos de Larrea y Becker están requeriendo información financiera más detallada de aspectos contables, pasivos legales y laborales para ajustar sus respectivos ofrecimientos. Las posturas vinculantes todavía pueden irse para arriba o para abajo, según lo que arrojen esos análisis definitivos, lo que puede llevar a la gente de Jane Fraser a prolongar más días el cierre de la transacción.
POR CIERTO QUE en el Consejo de Administración de Grupo Kaluz de la semana pasada, Antonio del Valle Ruiz informó a sus socios y consejeros, en tono efusivo, que Carlos Slim Helú finalmente sí se integró al grupo de inversionistas que lidera Germán Larrea Mota Velasco por Banamex. El dueño del Banco Vex+, que es uno de los que más capital aportará a esta propuesta, fue el que terminó convenciendo al dueño de Telmex, que como le hemos venido informando, ya no siguió en la puja como cabeza de Inbursa y que lo hizo como inversionista individual. Del Valle Ruiz y Slim han sido históricamente socios en muchos negocios. En el trabuco de Larrea, además de Del Valle y Slim, apunte a Roberto Hernández, Eduardo Tricio, Valentín Diez Morodo, Carlos Rojas y Alonso de Garay. Traen de asesores al ex secretario de Hacienda, Pedro Aspe, y al ex director del Fobaproa, Javier Arrigunaga.
EN PALACIO NACIONAL se movieron las aguas por la sugerencia de los abogados de los cuatro militares vinculados por el caso Ayotzinapa de destituir a Alejandro Encinas de la Subsecretaría de Gobernación. Y no es solamente por su cuestionable investigación de la “nueva verdad histórica”, ni por lo dudoso de sus pruebas, ni por las violaciones del debido proceso, ni por el efecto corruptor que ha causado, ni por el desgaste que le genera a Andrés Manuel López Obrador, ni por la molestia de las víctimas por la desaseada investigación. No, la destitución de Encinas resonó por razones de la sucesión presidencial. En el equipo de Claudia Sheinbaum hay a quienes conviene la remoción de Encinas, más allá, por supuesto, de los generales de la Secretaría de la Defensa, que comanda Luis Cresencio Sandoval. Ahí es a donde debe dirigir sus críticas el tabasqueño.