Mario Augusto Beroes Ríos | CIO América Latina | 18 Abril 2016
Latinoamérica es una región heterogénea en términos de penetración y calidad en los servicios. Países como Chile, Brasil, Argentina y México, mantienen una calidad y cantidad creciente en sus servicios de telecomunicaciones, sin embargo, no todo es así en materia de prevención o seguridad, y México no escapa a esa realidad.
Otras naciones aún viven malas experiencias con redes 3G, que limita la capacidad de su población para acceder a servicios datos móviles; tendencia que nuevamente está siendo un eje importante en la demanda de usuarios de servicios. La transición a mejores servicios en la región Latinomérica, ha sido lenta en muchos sentidos, y se espera que en un par de años, la mayoría de los países con estas características, estén en vías de desplegar la parte de LTE, tendencias clave en la parte móvil.
Oscar Acosta, ingeniero de ventas y proveedor de servicios en Gigamon Teleco, conoce del tema. Se atreve a esbozar un panorama de la industria de telecomunicaciones y de los proveedores de servicio en México y Latinoamérica. Está convencido de que el mercado “crece de manera sostenible”.
“La cantidad de usuarios de servicios móviles y de comunicación se ha incrementado, debido a una diversificación y crecimiento en aplicaciones segmentadas, mayor acceso a información en Internet y ambientes laborales flexibles, que fomentan este incremento. La situación trae elementos positivos como negativos a esta nueva realidad, derivado de la cantidad de nuevos proveedores de servicios y operadores móviles; estamos viviendo una transición de redes de vieja generación a una, donde las capacidades son mucho mayores, con un potencial para desarrollar, pero para comprometer profundamente si no se cuenta con la seguridad adecuada”.
Acosta añade que cuando se habla de velocidad y calidad en servicios de datos, como de voz, éstas se han incrementado significativamente en periodos relativamente cortos. “Y como consecuencia de ello, los usuarios están optando por servicios de voz a través de aplicaciones móviles de voz y datos (Skype, Whatsapp), lo que anteriormente no era tan fácil tener.
Apoyándose en datos de Competitive Inteligence Unit, el directivo de Gigamón esboza el crecimiento del sector de las comunicaciones mexicano: Un 6,8% anual desde 2012.
-De acuerdo con datos para México, provistos por dicha consultora, al inicio de 2012 habían 19.9 millones de líneas fijas y ahora sólo existen 19.3 millones al cierre del segundo trimestre de 2010, que combinado con el crecimiento poblacional, refleja una reducción de la penetración fija de 18.9 a 17.8 líneas por cada 100 habitantes. El sector de las telecomunicaciones convergentes en México ha crecido 6.8% al año desde 2012.
-¿A qué atribuye este hecho. lo considera preocupante?
-La parte preocupante en medio de este crecimiento, es la dependencia a este tipo de aplicaciones para la transmisión de voz y datos; la utilización de soluciones como Single Sign-On y aplicaciones para la autenticación de la identidad, consumen y utilizan la información del usuario y esta puede quedar expuesta a un ataque informático.
Amenazas de nueva generación en Latinoamérica
Según Acosta, una de las consecuencias de migrar a nuevas tecnologías donde el medio de transporte es totalmente IP, trae consigo que las amenazas que llegan a irrumpir dentro de una red móvil o red fija, logren entrar al punto de acceso de la red, como a los servidores a los que actualmente los usuarios manejen sus perfiles de suscripción, derivando potencialmente en robo de identidad, por el hecho de tener en un punto en común, toda la información de un suscriptor pueda ser sustraída, un problema recurrente entre los operadores móviles.
“El otro reto son los ataques a los accesos de red y toda la infraestructura de acceso, a través de una plataforma de IP, que abre la puerta para ataques informáticos con capacidad de manipular los accesos de la información; gran problema para los operadores, debido que al no saber por donde provienen los ataques o inclusive, no entender los puntos débiles de la red, los hace proclives a este tipo de ataques”.
-Estamos, entonces como región, en desventaja?
-Sí, tenemos ciertas desventajas en relación a los operadores móviles y carriers de Europa y Estados Unidos, que es esencialmente la experiencia en escenarios muy diversos. Esto les ha permitido anticiparse con márgenes de maniobra mucho más amplios que los que empresas en Latinoamérica cuentan hoy.
Al implementar las nuevas tecnologías, no se visualiza a todas esas amenazas que previamente en estos países ya han vivido. Para los los atacantes, esto es una llamada a la acción para atacar, cuando saben que hay un retraso en la adopción de tecnologías y metodologías realmente profundas para proteger la seguridad alrededor de la visibilidad que se tenga. Se sabe que los operadores móviles están poniendo atención a esto, pero sin saber cómo hacerlo en muchas ocasiones, contra amenazas cada vez más sofisticadas. Por ejemplo, 50% de la información que se transmite a través de llamadas sobre VoLTE se pierde”.
Oscar Acosta se recuesta en su escritorio, aspira una bocanada de aire y asegura que la industria de telecomunicaciones se ha destacado por un nivel de sofisticación poco comparable con otras similares. “De igual forma, son así los riesgos en materia de seguridad que éstas enfrentan. Mayores capacidades de datos, expone al mismo tiempo a los usuarios finales a diferentes tipos de ataques como son robos de identidad, ataques informáticos a través de equipos de acceso de los operadores móviles, y la lista es tan larga como complicada”.
-De algún modo, este crecimiento y velocidad a la cual se está moviendo la tecnología, como lo son las redes de cuarta generación, está sobrepasando la capacidad que tienen las compañías dedicadas a la parte de seguridad…
-…Aspecto grave, por lo demás…
-Las compañías de seguridad no están cubriendo todos los huecos que llegan a quedar abiertos en términos de seguridad y con respecto al monitoreo de puntos susceptibles al ataque de un cibercriminal. Por muchos capecs que un operador quiera introducir a su red, el crecimiento es mucho más rápido y sistemático, lo que dificulta tener una certeza y seguridad al 100%.
El reto de la seguridad para las telecomunicaciones y VoLTE
Uno de los retos que tienen los carriers y service providers es saber qué es lo que pasa dentro de la red; qué puntos son vulnerables dentro de la red. Hay áreas donde los operadores móviles, tienen la certeza que se da de un punto a otro, pero no saben con exactitud si el tráfico que está llegando entre el punto “A” y el punto “B” es el indicado y no está generando afectaciones o siendo inyectado con cierto tipo de ataques. Los operadores móviles, sólo visualizan una parte de su red y casi al extremo donde ellos pueden ver únicamente los tipos de aplicaciones que hay, desconocen toda la información que trae consigo una llamada, texto o dato.
El ingeniero Acosta asegura que una tecnología que promete dar mucho de si en Latinoamérica es la Voz sobre LTE (Voice over long-term evolution), tecnología que define estándares y procedimientos para entregar comunicación de voz y datos a través de redes 4G LTE; este método para crear, aprovisionar y administrar comunicaciones de voz de alta velocidad, video y servicios de mensajería en una red inalámbrica 4G para dispositivos móviles.
“50% de la información que se transmite a través de llamadas sobre VoLTE se pierde, como ya lo he señalado; esto es un tema alarmante, debido a que los operadores, al no contar con la capacidad de detectar problemas dentro de la red, no son capaces de resolverlos con la rapidez con la que la tecnología avanza y está siendo implementada”.
“En Latinoamérica, se están dando fusiones y adquisiciones de empresas de servicios de telecomunicaciones y carriers, como respuesta a esta demanda de nuevos servicios diferenciados. Esto implica integrar dos o más plataformas de red diferentes, que traen consigo huecos en la seguridad; en términos más sencillos, significa que hay compañías que no necesariamente traen un mismo tipo de tecnología en la plataforma. Un carrier puede traer su base instalada con un proveedor de 3G que puede ser muy diferente al que trae otro que está en proceso de integrar y homologar. Las tecnologías 3G en algún punto pueden ser híbridas, y eso puede llevar a que en ciertos puntos haya problemas en la visualización del tráfico”.
-¿Un futuro complicado, si o no?
-El futuro de las telecomunicaciones se ve prometedor en Latinoamérica. México va con buenos pasos, con velocidades de 23 MB en llamadas de datos, lo que da paso a una red de quinta generación y a servicios para Internet de las Cosas (IoT). Finalmente estamos alcanzando las tendencias que nos darán capacidad para tener acceso a equipos y comunicaciones móviles no sólo en términos de telefonía celular, sino todo lo que implica las comunicaciones a través de las redes y el Internet de las Cosas.