2021.10.12
Vía Forbes
En medio de una pandemia que no acaba, el acceso y la forma en que se relacionan las niñas con el espacio digital es una de las cuestiones a las que invita esta fecha.
Desde 2012, el 11 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Niña, con lo que se pretende reconocer el protagonismo social y político de niñas y adolescentes. A propósito de la fecha, diversas estadísticas publicadas por instancias nacionales e internacionales ponen en contexto la importancia de esta conmemoración. Pero de todo lo que puede manifestarse para hacer conciencia de la situación de las niñas alrededor del mundo, resulta interesante el enfoque elegido por Naciones Unidas para hablar de este día en pleno año 2021: la brecha digital como un problema de género.
Según este organismo, 2200 millones de personas menores de 25 años no tienen internet en casa y es más probable que las más afectadas de esta brecha digital sean las niñas. Esta grieta se profundiza si consideramos la región de América Latina, por un lado, y los efectos del Covid-19 que parecen ser más profundos en términos de salud mental para mujeres y jóvenes, según diversos estudios.
En temas torales para el destino de las sociedades como son la tecnología, pensar a las niñas como agentes de cambio de las generaciones digitales se abre como una oportunidad para generar mejores condiciones de igualdad entre géneros, a la vez que se avanzan en otros objetivos como combate a la pobreza.
Y es que decir que las niñas tienen menos acceso a internet tiene un significado más amplio que solo suponer que ese grupo probablemente no está teniendo acceso a clases a distancia o que no tiene a su alcance un teléfono inteligente. Esta falta de acceso a internet tiene que ver con las capacidades cognitivas y éticas con las que estamos equipando a niñas, niños y adolescentes y que determinan la forma en que se relacionan con dispositivos y herramientas digitales.
Apenas en marzo de 2021, el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas presentó su Observación General No. 25 sobre los Derechos del Niño en relación con el entorno digital, la cual resulta de trascendencia histórica porque es la primera vez que complementa la interpretación de la Convención sobre los Derechos del Niño para que incluya el ámbito online. En este documento explica cómo los Estados Parte deben tomar medidas en su legislación y políticas, así como asignar recursos, para garantizar los derechos y libertades de la infancia en entornos digitales.
En México, el gobierno federal refiere en su página oficial que “Niñas, niños y adolescentes tienen derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e Internet, en términos de lo previsto en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión”.
Este reto se enmarca en el debate de los derechos digitales y si nuestro país está garantizando su goce pleno y efectivo para la infancia. Sin embargo, otros datos ponen en evidencia que los derechos fundamentales de la niñez tampoco están siendo garantizados. Para poner en perspectiva el tamaño del desafío que tenemos como gobierno y sociedad, recuérdense algunas estadísticas de terror: México ocupa el primer lugar en abuso sexual infantil, según la OCDE, siendo los familiares los principales agresores sexuales, y se ubica en el primer lugar mundial en difusión de contenidos de pornografía infantil, según la ONU, siendo las niñas grupos especialmente vulnerables en este tipo de delitos.
Estas realidades junto con nuevos y viejos problemas acentuados por una pandemia que no acaba, hacen necesario discutir no solamente el acceso de la niñez al espacio digital sino el cómo y el para qué lo utilizan y cómo se relacionan desde ese ámbito con otras personas. Sirva el Día Internacional de la Niña para reflexionar sobre ello.