Alarmantes las consideraciones del Instituto de Derecho sobre telecomunicaciones –Idet- al considerar que el proyecto de sentencia elaborado por el ministro Javier Laynez Potisek en el juicio de amparo de Telcel en contra de la prohibición de cobro por la terminación de llamadas en su red -amparo en revisión 1100/2015- constituye el primer paso para el desmantelamiento de las medidas asimétricas impuestas al agente económico preponderante en el sector telecomunicaciones.
Si bien esta sentencia, en principio, se limita a permitir que Telcel cobre a sus competidores por la terminación de llamadas en su red, los considerandos esgrimidos van mucho más allá y llegan a afirmar que todas las medidas asimétricas son atribución exclusiva del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) sin importar lo que diga la ley.
Por si fuera poco, la Suprema Corte basa su proyecto de sentencia en situaciones alejadas de la realidad al afirmar que Telcel ha visto afectada su estabilidad financiera; que sufrió medidas desproporcionadas e injustificadas equivalentes a la expropiación; que su libertad de comercio fue limitada de manera irracional, y que le es imposible replicar las ofertas de sus competidores, por lo que está siendo desplazada del mercado arbitrariamente.
Los argumentos de la Segunda Sala son evidentemente falsos, ya que Telcel mantiene su concentración muy por encima del 50% del sector, es el operador que más clientes ha acumulado y sus números al tercer trimestre de 2017 demuestran su solidez financiera y el crecimiento en sus utilidades.
De acuerdo con especialistas, de ser aprobado el proyecto estaríamos en presencia de una verdadera contrarreforma y en contra de la legitimidad democrática representada por el Congreso de la Unión.
GOLPE. Una de las ramas industriales que corre el peligro de desaparecer en el corto plazo, debido al comercio desleal por parte de productos chinos, es la del microalambre para soldar.
La apertura a las importaciones ha traído como resultado que empresas chinas vendan el microalambre para soldar en nuestro país a un precio menor al de los costos de producción. El análisis que realiza la industria a este respecto, toma en cuenta los precios internacionales de las materias primas necesarias para su producción, los costos en la elaboración del microalambre para soldar y los costos de exportación de China, lo cual se debería traducir en un costo igual o mayor que la producción nacional.
Sin embargo, con políticas poco ortodoxas, el microalambre para soldar de origen chino, se vende por abajo de sus costos, intentando así controlar casi en forma monopólica el negocio en diversas partes del mundo.
Esta política desleal ha traído como resultado un crecimiento acelerado de las importaciones y la amenaza a cientos de empleos en México.
En forma adicional al daño directo que se infringe a la producción de microalambre en México, hay otras ramas industriales que también padecen las consecuencias. El microalambre para soldar se importa a precios de dumping en lugar de comprarse en México, la cadena de producción se rompe.
Ante esta situación, la Secretaría de Economía y, en especial, la Unidad de Prácticas Comerciales Internacionales, al mando de Víctor Aguilar, ya tomó cartas en el asunto. La industria que opera en México presentó una demanda antidumping y las autoridades están muy sensibles a su solución.