Luego de que Jorge Vergara no renovó el contrato de televisión de su equipo de Futbol a través de Televisa y anunció que Las Chivas tendrían su propio canal a través de internet han surgido algunas dudas.
Hay quienes sospechan que se trata de una maniobra para subir el canal en la plataforma de Claro o alguna otra empresa del grupo económico en torno a América Móvil como una manera de darle vuelta a la restricción que tiene el título de concesión de Telmex que les impide dar servicio de televisión.
No debe olvidarse que el grupo encabezado por Carlos Slim es copropietario de los equipos Pachuca y León, presididos por Jesús Martínez, transmiten sus partidos a través de Fox Sports en televisión de paga y son los únicos dos equipos de la Liga Bancomer que no se transmiten en televisión abierta.
Supongamos que la intención de Vergara es subirse a las tendencias multiplataforma que inició la NFL y hoy son comunes en muchos deportes. Ese canal comenzó sin transmitir partidos sólo 24/7 de contenidos y actualmente ya transmite unos juegos.
Así las cosas, valdría preguntarse cuál podría ser el precio que cobrarían. Los planes básicos de televisión de paga comienzan en los 150 pesos mensuales que cobra IZZI a los 569 de Total Play. VeTv tiene un precio de 185 pesos; Sky, 300; Dish, 182 pesos. Los servicios de streaming como Netflix tienen un costo mínimo de 99 pesos y Blim de 109 pesos mensuales.
Todos estos sistemas ofrecen multiprogramación, es decir, pueden ser atractivos para todos los miembros de una familia.
Ahora bien. Cuánto cobran los canales que transmiten deportes y que se pueden adquirir en México.
El paquete básico de la NBA, que permite ver una buena parte de los juegos en vivo, tiene un costo mensual de 110 pesos.
El de la NFL, tiene un costo anual mínimo de 700 pesos y tiene restricciones que impiden ver todos los partidos. Sunday Ticket, por ejemplo, sólo pasa los juegos matutinos del domingo.
La MLB ofrece un servicio que permite ver todos los juegos de Ligas Mayores con la posibilidad de que el cliente puede elegir entre la narración del equipo local o visitante, así como la transmisión en radio tanto en inglés como español. Tiene un costo de mil 980 pesos.
De acuerdo con la información disponible la penetración de estos paquetes de deportes en México es pequeña y se concentra en clientes de los segmentos A y B de la población.
Con estos datos, valdría la pena preguntarse ¿cuánto podría cobrar ChivasTV mensualmente? En la presentación el club anunció que pasaría los partidos del equipo así como una serie de contenidos sobre la vida de los jugadores o algo así. ¿Venderían partidos únicos a quienes no son aficionados de este equipo?
CLIENTES
Según algunos, sin ningún dato fehaciente, Las Chivas y el América disputan ser el equipo con mayor número de seguidores. Supongamos que se trata del equipo de Guadalajara.
Ahora la pregunta que bien valdría la pena hacerse es cuántos de sus aficionados estarían dispuestos a comprar una suscripción para ver 8 juegos (algunos más si pasan a las finales) y otros contenidos.
La penetración de Internet sigue siendo muy baja en el país. Las cifras presentadas en el Día del Internet señalan que prácticamente la mitad de la población no tiene acceso a internet y de quienes sí lo tienen sólo la mitad usan servicios de streaming, es decir, menos de un cuarto de la población o unos 34 millones de mexicanos.
Es sabido que la afición del futbol se concentra en los segmentos más bajos de la pirámide de ingresos que, lógicamente, son los que menos acceso tienen a la televisión de paga o los servicios de streaming.
Así, que la pregunta es ¿cuánto podrían cobrar Las Chivas? Aun cuando no cobraran la suscripción (en un modelo que los anunciantes renunciaran a la cobertura nacional garantizada que da la televisión abierta) cuántos podrían ver a ese equipo.
La semana pasada le informé en esta columna que el programa deportivo con mayor audiencia en la televisión de paga es Futbol Picante de ESPN que en su punto más alto es visto por unas 320 mil personas.
Desde el punto de vista de negocios suena a una apuesta con altísimas posibilidades de fracasar a no ser, como temen algunos, que sólo sea una chicanada.
