El contexto económico y político a nivel internacional no afecta el proceso de licitación de la Red Compartida, debido a que las propuestas ya fueron presentadas y el concurso no prevé la posibilidad de modificarlas, aseguró Mónica Aspe, subsecretaria de Comunicaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
“El concurso no prevé la posibilidad de modificar las propuestas ni en este breve periodo previo al fallo ni durante el periodo de despliegue, en el caso de que contemos con un ganador. Es un proyecto de largo plazo y como tal se afecta menos por las condiciones coyunturales”, afirmó.cLa funcionaria dijo a El Economista que “justamente ésa es la importancia de la garantía de seriedad: que las propuestas se honren con independencia de los eventos futuros”.
El pasado 4 de noviembre la SCT descalificó al consorcio Rivada del proceso de la licitación de la Red Compartida, luego de que éste no presentó la garantía de seriedad por 1,000 millones de pesos; Rivada presentó un amparo.
Por su parte, Fernando Borjón, director del Organismo Promotor de Inversiones en Telecomunicaciones, comentó que “la situación actual es transitoria y los mercados deben encontrar equilibrio, la expectativa de inversión no se ha reducido”. Explicó que “no se va por un monto de inversión específico sino por lograr la cobertura que se proponga, pues esto es un tema contractual y de la concesión correspondiente”. Se estima que el despliegue y operación de la Red Compartida podría requerir inversiones de entre 7,000 y 7,500 millones de dólares.
De las más transparentes
Gerardo Ruiz Esparza, titular de la SCT, dijo que la licitación de la Red Compartida es uno de los procesos más importantes y transparentes de esta administración.
Entrevistado en el marco de la 58 semana nacional de la Radio y la Televisión, el secretario del ramo dijo que el proceso está vigilado por Transparencia Mexicana, notarios certificados que lo hacen uno de “los proyectos más transparentes”.
Destacó que la garantía de seriedad por 1,000 millones de pesos fue precisamente “la garantía” de que los participantes cumplirían con los requisitos establecidos en las bases de licitación y no presentarla era claramente una causal de descalificación. “Simplemente no tiene lugar a duda que no podía continuar ese consorcio (Rivada) en esa licitación. Esto (la licitación) debe salir muy bien en beneficio de México”, dijo.