Esta operación reducirá el número de competidores en el mercado, con lo que afectará también a los consumidores mexicanos de televisión restringida.
Hace algunos meses, el Departamento de Justicia de Estados Unidos avaló la compra de 21st Century Fox por parte de The Walt Disney Company, con una operación valuada en poco más de $71 mil millones de dólares, y a continuación trataremos de explicar cómo podría afectarte siendo consumidor de TV de paga.
Con dicha transacción, el escenario de Hollywood, donde seis grandes empresas dominaban el mercado, ahora contará con sólo cinco gigantes de producción de contenidos audiovisuales cinematográficos y de televisión: Disney-Fox, Warner, Paramount, Universal y Columbia-Sony. Esto implica que el mundo del entretenimiento no volverá a ser el mismo.
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Esta operación integra a dos compañías que producen bienes similares (la cual se denomina integración horizontal) y reducirá el número de competidores en el mercado, por lo que debe ser analizada y evaluada por organismos reguladores internacionales debido al poder que este nuevo conglomerado tendrá frente a sus competidores, proveedores y distribuidores.
Más aún, la millonaria transacción debe ser estudiada debido a las posibles afectaciones que tendrán los consumidores. A continuación te compartimos un análisis que la firma The Competitive Intelligence Unit (The CIU) realizó sobre la compra de 21st Century Fox por parte de Disney.
Es tal la preocupación por el crecimiento del monopolio de Disney que el Departamento de Justicia de Estados Unidos prohibió la incorporación de canales de noticias, estaciones locales y canales deportivos de Fox. Asimismo, otras autoridades como la Comisión Europea ordenaron la exclusión de señales culturales en el acuerdo.
En Brasil, el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) determinó que por los altos niveles de audiencia de sus espacios deportivos, tendría una posición de ventaja en este segmento. Esto resultaría en efectos negativos para los distribuidores de su contenido, pero sobre todo, generaría afectaciones a los consumidores.
México no se quedó atrás, pues la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) anticipó y alertó sobre los efectos que acarrearía la fusión de los gigantes en el segmento de contenidos deportivos. Se encontró que con los canales Fox Sports y ESPN, ahora propiedad de Disney, el conglomerado “se encontraría en una posición de mayor poder de negociación y ventaja frente a los prestadores del servicio, quienes tendrían escasas alternativas a la aceptación de condiciones comerciales que Disney/FOX imponga”.
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Esto se debe a que con la compra de 21st Century Fox, Disney concentraría el 31.3% de las señales deportivas que se transmiten en México, proporción marcadamente superior a la alcanzada por sus principales competidores, Sky (12.5%) y Grupo Televisa (10.4%). Cabe señalar que antes de cerrado el acuerdo, Fox ya contaba con participaciones significativas en Sky.
Preocupa también el efecto que podría tener sobre las audiencias y suscriptores actuales de contenidos de Fox Sports, pues podrían verse obligados a contratar, con mayor costo, contenidos que actualmente se incluyen en sus programaciones. Esto debido a la llegada del canal y plataforma Fox Sports Premium, servicio a la carta de Fox que pretende lanzarse al comienzo de 2019 con un costo de $139 pesos al mes.
En varios de los países en los que ya opera el servicio a la carta de Fox se ha demostrado que desplaza la programación previamente incluida en paquetes de televisión de paga para ofrecerse en dicha plataforma, claro, con un costo extra al mes.
Estos datos sobre la división de Fox Sports es relevante porque la cadena cuenta con derechos de exclusividad de varios equipos y torneos del fútbol mexicano y el mundo entero.
Ante estas potenciales afectaciones al mercado de contenidos deportivos en televisión, los órganos reguladores correspondientes en México, el IFT y la COFECE, deben dfinir e instrumentar las condiciones necesarias para salvaguardar los intereses de los consumidores nacionales, nivelar el poder de negociación con los operadores de TV de paga y preservar un terreno de juego competitivo en el sector.
