2020.06.29
Vía El Economista
Una versión previa de este artículo asentaba un nombre erróneo del reporte Furman que ha sido corregido.
Además de la intentona por fusionarla con la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para crear el Inmecob, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) enfrenta un desafío al que aún no se ha querido meter de lleno: la competencia dentro de los mercados digitales.
Aunque ya ha dado visos de querer supervisar de forma más cercana estos mercados, que abarcan a empresas tan disímiles como Amazon y Facebook, la Cofece acepta que aun está observando el comportamiento de los mercados y de los reguladores de otros países.
Recientemente la Cofece aprobó la compra de Cornershop por parte de Uber después de haber disputado esta facultad con el IFT y además cerró una investigación alrededor de Mercado Libre y su subsidiaria Mercado Pago que aún no se entiende bien cómo es que inició. En entrevista, David Lamb, titular de la Unidad de Planeación, Vinculación y Asuntos Internacionales de la Cofece, habla sobre la Estrategia Digital del organismo, que busca orientar el camino del regulador para supervisar este mercado.
—¿Qué regulaciones internacionales en materia de competencia analizó Cofece para desarrollar su estrategia digital?
—Hasta el momento, ha sido poca la regulación internacional. Todavía no se pasa de la revisión a la práctica de cambiar las normas. Pero hemos revisado por ejemplo el caso del Reino Unido, que ha sido uno de los que llevan punta de lanza en esta materia, a través del reporte Furman y de la estrategia de mercados digitales de la Competition and Markets Authority.
Ellos están analizando la necesidad de una regulación que aún no existe y discutiendo la forma de tener algún brazo de autoridad que regule los mercados digitales de forma específica, pero tampoco está muy aterrizado en dónde estaría o de quién dependería. La Unión Europea también generó una estrategia que se llama Shaping Europe’s Digital Future y también hablan de herramientas nuevas de competencia, pero no la aterrizan. La discusión sigue en la parte teórica y todavía no se refleja en cambios regulatorios.
—En la estrategia digital se afirma que la economía mexicana tiene una característica especial de que los elementos de las tecnologías digitales que regularmente despiertan preocupación y economías más desarrolladas probablemente no tengan el mismo efecto —o al menos no aún— en el contexto mexicano, ¿en qué se basa la Cofece para hacer esta aseveración?
—Lo que queremos decir es que estamos conscientes de que asegurarnos de que el tema digital se atiende de manera correcta no quiere decir que tengamos que fijarnos en lo que hizo Alemania y copiarlo tal cual. Es decir que la naturaleza de los mercados en México puede ser distinta en Alemania, en Estados Unidos o en el Reino Unido.
Dado que sabemos que, en México, hay mercados como el energético o el financiero, en los que pocos participantes tienen mucha participación, en comparación con Estados Unidos y Reino Unido, es posible pensar que aquí en México lo que las empresas digitales están haciendo es meterle presión competitiva al mercado tradicional y no se están haciendo del mercado. Se trata de un párrafo muy corto en el que se expone una idea muy compleja.
—¿Cómo reconocer el punto de quiebre para que la autoridad de competencia intervenga en estos mercados digitales o para generar esa regulación?
—Esa es una de las preguntas en las que todo ese cúmulo de reflexiones y literatura en la materia en el mundo está tratando de contestar. Entre las herramientas que está desarrollando la Unión Europea, hay una a la que llama el “punto de inflexión” (tipping point) justamente. Es una ruta que todavía es muy compleja a nivel mundial y en el momento en el que estamos, podemos decir que a partir de la experiencia que se ha desarrollado ya, que no podemos decir que sea poca, estamos en la etapa de ir generando más y mejores capacidades.
—La comisaría de competencia de la Unión Europea ha puesto sobre la mesa medidas regulatorias que permitan, por ejemplo, cambiar las prácticas de negocio de estas plataformas digitales antes de que alguna de ellas elimine a sus competidores. ¿Qué piensa la Cofece de este tipo de medidas que, digamos, pueden llamarse preventivas y que se mencionan en su estrategia digital de forma somera?
—Es una de las ideas que están sobre la mesa en el escenario internacional y que estamos siguiendo de cerca. Al momento no tenemos muy presente que sea una cuestión que vaya suceder en México; además, nosotros no somos los legisladores. Pero se nos hace interesante seguir cómo se implementa y cómo funciona en Europa.
Otro punto de vista es que aunque Europa ha sido mucho más activa que Estados Unidos al llevar a cabo investigaciones a estas empresas, Estados Unidos ya empezó a apretar las tuercas también a través de la Technology Enforcement Division, que hasta el momento ha lanzado solamente códigos de conducta, porque tampoco han aterrizado mucho una regulación.
—¿Cuándo esperan que se presente el documento con propuestas de política pública para que los mercados digitales beneficien a más consumidores mexicanos que se menciona en su estrategia digital? ¿Cuándo se creará la Unidad de Competencia en mercados Digitales?
—La unidad es un tema que no tiene una fecha exacta, pero no debe tardar mucho y el documento, el compromiso es tenerlo este año. De lo que no estoy seguro es de hasta dónde el documento nos va a ofrecer respuestas y hasta donde nos va a obligar a hacernos más preguntas, pero lo que definitivamente va a tener el documento es un claro avance sobre lo que ya hemos estudiado.
—Las plataformas tecnológicas han demostrado tener un desarrollo más acelerado que otras industrias, ¿le preocupa a la Cofece que la supervisión en materia de competencia sobre éstas sea más apremiante de lo que parece?
—No es una preocupación per se, dado que en los casos de economía digital en los que hemos tenido que actuar, las herramientas actuales han mostrado ser suficientes para atender los casos con el éxito necesario. La idea es reconocer que se puede ir complejizando el análisis y entonces necesitamos ir incrementando nuestras capacidades al mismo tiempo. Al hablar no sólo de competencia, sino de las autoridades en general, muchas veces el regulado se mueve más rápido que el regulador; entonces la idea es que al aprovechar que ahorita estamos bien respecto de nuestras atribuciones y nuestra capacidad, movernos rápido con antelación.