vía El Sol de México.
En México el tema de la ciberseguridad ha tomado auge, se requiere de inicio, más que un ordenamiento, una política integral que involucre diversos instrumentos legales y que a su vez haya programas y estrategias en distintas vertientes como educación, negocios e instituciones gubernamentales, responsabilidades para los distintos sujetos, y un cuerpo de autoridades que regulen, administren, supervisen y sancionen.
Al tratarse de un nuevo espacio de relaciones humanas (ciberespacio) caracterizado por la tecnología y novedad aunado a constituir un fenómeno internacional, en consecuencia, la regulación nacional tenderá a estar rezagada y habrá reticencias para adoptar una regulación internacional uniforme, ya sea por cuestiones políticas o comerciales.
Al ser un área gris para la regulación, se pone en riesgo a la sociedad en su conjunto y a las personas en lo individual ante el abuso y la existencia de ilícitos y delitos que van desde robos, fraudes, robo de identidad y datos personales, uso no consentido de datos personales, desinformación, sesgos políticos y riesgo electoral, incitación a la comisión de ilícitos o prácticas contrarias a la dignidad humana o la inducción a cometer delitos, hasta ataques cibernéticos a particulares y gobiernos que pudiesen generar una crisis nacional o global.
Para fortalecer la ciberseguridad, al ser un tema global, implica una responsabilidad común de todos los países para generar un marco común y de cooperación, aunque ello puede minarse por intereses geopolíticos o económicos, por lo que cada país debe establecer una política pública de atención que se base en: Estrategia o regulación uniforme, que se actualice ante el dinamismo tecnológico; educación a la población en ciberseguridad; profesionalización en ciberseguridad; dotar de atribuciones claras a un ente regulatorio con capacidad de ejecución y proteger sectores clave e invertir en infraestructura esencial como finanzas, gobierno, energía, electoral o salud, por citar unos rubros.
Es importante que México adopte una posición dentro de la geopolítica en ciberseguridad, no sólo por la vecindad con Estados Unidos, sino porque se trata de un compromiso en el T-MEC que obliga a México a mejorar sus capacidades de respuesta a incidentes cibernéticos; ello se puede ver comprometido ante la presencia de empresas chinas o rusas que tienen posiciones contrarias a los Estados Unidos y que se están dedicando a construir infraestructura en nuestro país.
El tema de la ciberseguridad debe atenderse ya, afecta desde a cualquier ciudadano (datos personales), empresas (secretos comerciales) y al propio gobierno (información de seguridad nacional), no se puede minimizar y menos dejarlo en el olvido, el propio Secretario de Marina lo reconoció ayer en una conferencia.
De acuerdo con el Reporte Global de Ciberseguridad de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, México se encuentra en el lugar 52 de 194 países, existe debilidad organizacional y en medidas legales, en otras palabras, no hay autoridad ni un marco jurídico sólido, un pendiente más al que se debe de entrar ya a resolverlo.